I love my time, I don’t like my time

Erwin Wurm

18 Abril 2003

Vídeo. 8’ 40”

Dentro de su constante indagación en torno a los límites de lo escultórico, la dimensión de la performance o la naturaleza de los objetos, Erwin Wurm ha prestado atención en diferentes momentos al automóvil. Una de sus piezas más conocidas y difundidas es Fat Car, un coche deportivo engordado y dotado de órganos humanos. La transformación que ha realizado en el automóvil discurre en paralelo a un proceso de “humanización” del objeto, una combinación hombre-máquina. La obra entra dentro de su estrategia general de liberar al objeto cotidiano de sus referencias estandarizadas para llevarlo hacia una esfera en la que aunque sigamos reconociéndolo como tal aparezca con una naturaleza nueva y extraña. Dicha naturaleza es la que remite críticamente a los tópicos y valores de nuestra sociedad, entre ellos los aludidos en este objeto hombre-máquina: el consumo, el gasto excesivo o la comodidad. En el vídeo que se presenta, I love my time, I don’t like my time, Fat Car despliega un monólogo que alude y remite a un estado de ansiedad y confusión, pero también a una sensación de absurdo e irracionalidad que tienen mucho que ver con el estado de ánimo de nuestra sociedad.