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Juan Casamayor

1 septiembre 2024 – 01 enero 2025

Juan Casamayor es un creador asturiano que se inicia en los sonidos industriales en el año 2007, época en la que conforma la banda de synth experimental SuitTiger. En 2016 publica su primer LP, “Distancias”, editado por el sello madrileño Contubernio Records, y para el que contó con la colaboración de Pablo Und Destruktion. Un trabajo frío y áspero basado en la electrónica pop. Un punto de partida que combinaba sintetizadores analógicos, cajas de ritmos y oscuras melodías.

Tras la edición de “Viento Ep”, Contubernio Records 2019, y el posterior periodo de pandemia, en 2023 edita su tercer trabajo “Amor fatal”, en esta ocasión con Ferror Records, sello gallego con base en la ciudad de Ferrol. Este trabajo se acerca más al sonido pop pero sin alejarse del post punk, un disco descrito por la prensa como etéreo y preciosista, con riffs pegadizos y melodías que se acercan a bandas cono “El último vecino “.

Proyecto en residencia

OCTUVRE

OCTUVRE es un proyecto de investigación y experimentación sonora de Juan Casamayor que pretende dotar al legado cultural de Arnao (Castrillón) del sonido que surge desde el interior de una galería minera sumergida en el lecho marino entre el silencio de la roca, el cristal de salitre solidificado entre las vetas de carbón y del sabor a sal de la filtraciones que el mar provocaba en la mina de esta localidad.

 

Como parte de este proyecto también se llevará a cabo la producción de una pieza visual sonorizada a través de la que se pretende plasmar el paisaje de la historia de este pueblo asturiano. Para ello, se emplearán tanto imágenes de archivo como recursos originales grabados durante el periodo de residencia, dibujando el transcurso desde su inicios como epicentro de la industria de la comarca de Castrillón (mediados del s.XIX) hasta nuestros días, en el que dicho pueblo se ha reconvertido en destino de visitantes por su singular conjunto industrial histórico. Desde las imágenes en blanco y negro de los primeros mineros descendiendo al pozo pertrechados apenas con una boina como elemento de seguridad y un candil como única guía en la oscuridad de las galerías subterráneas hasta el día de hoy donde el entorno se ha recuperado en un espacio patrimonial único para el ocio y el recreo de los vecinos y visitantes de la zona.