En esta pieza, sesenta aros de acero inoxidable cuelgan del centro del Plat0 conectados a cuatro laterales del truss de la sala mediante muelles y cuerdas de lino. El balanceo del cuerpo de la artista provoca el movimiento de la estructura y de las cuerdas, generando fuerzas y tensiones que hacen cambiar la forma de los aros.
Con el fin de aumentar la potencia del cuerpo y la elasticidad externa, Ya-Wen Fu ha elaborado una prenda en la que utiliza molduras de piel de ternera que minimizan la holgura entre el cuerpo y la ropa. Este ajuste hermético permite que su organismo aproveche al máximo su propia fuerza. A través de detectores de movimiento y micrófonos de contacto consigue enfatizar el diálogo que se establece entre el movimiento corporal y la instalación espacial mediante los sonidos capturados in situ.
Ya-Wen Fu ha desarrollado una residencia de producción en LABoral en el marco del acuerdo entre el Centro de Arte de Gijón y el National Taiwan Museum of Fine Arts (NTMOFA). Con esta instalación–performance la artista explora cómo el contexto social condiciona y limita nuestro cuerpo, nuestra conciencia y nuestra conducta. Los sesenta aros de acero simbolizan las estructuras entrelazadas que conforman un sistema social. La conexión entre los aros y el cuerpo representa una metáfora de la imposibilidad de escapar de la sociedad. Con los movimientos de la artista y con las presiones y tensiones mutuas que se producen entre la instalación y el cuerpo, intenta descubrir una conciencia del propio cuerpo liberado ya de las limitaciones que impone la sociedad.
