Carros

Félix Curto

5 Marzo 2004

25 impresiones digitales. Ed. de 15 42 x 57 cm

Inicio la serie en el año 1996 en Ciudad de México. Carros habla del paso del tiempo, de la vida, de la muerte, de un país y sus fronteras, de las personas y de sus sueños. La serie no sólo consiste en captar retratos de vehículos. A través de ellos retrato a las personas y a un territorio geográfico, existe un reflejo de la vida de cada persona en cada vehículo en cuestión y un reflejo del hábitat que habitan. Cada vehículo, en cierto sentido, guarda el aura de quien lo pobló y lo “vivió”.

En la serie se puede observar un estudio antropológico de los mexicanos que buscaron El Dorado en Estados Unidos y regresaron con su auto, así el vehículo pasó a formar parte de la familia como un miembro más y, así, de todo un sentir de un país.

Carros también es una metáfora de la libertad, de la búsqueda de un sueño, de un viaje, quizás el último. El vehículo es el cómplice directo de esa búsqueda de la libertad. Estos autos con su estilo legendario, vienen a ser los últimos pobladores de las calles y carreteras de un mundo globalizado y con poca personalidad.

Son el residuo de toda una vida, unos con la pátina del polvo del desierto, otros con el smog del DF. Pero todos guardan el paso del tiempo de los hombres que los habitaron, pues se convirtieron en las moradas de sus ilusiones, deseos y tristezas.

– Félix Curto