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Alba Matilla

1 septiembre 2023 – 31 enero 2024

Alba Matilla (Avilés, Asturias, 1998) ha realizado el grado de Bellas Artes en la Universidad de Vigo, desarrollando la especialidad de pintura durante un curso en la Academia de Bellas Artes de Cracovia. Tras finalizar la carrera, se traslada a Marsella para trabajar durante un año dentro del ámbito de la gestión cultural y, posteriormente, comienza el Máster de Investigación y Creación en Arte Contemporáneo en la UPV/EHU, donde empieza a fusionar sus prácticas en vídeo y pintura con softwares de diseño 3D.

Su investigación actual gira en torno a las dialécticas del paisaje virtual y el paisaje físico, la conservación de la memoria industrial y las nuevas formas de hacer pintura en un mundo digital. Su trabajo ha sido expuesto de manera individual en el Centro Cultural Montehermoso de Vitoria-Gasteiz (2024), y de forma colectiva en Art Room Espacio Experimental, Madrid (2024); Upper Gallery, UAL London College of Communication, Londres (2023); Bizkaia Aretoa, Bilbao (2022) y en la Galería CTJV en Monçao, Portugal (2022).

Proyecto en residencia

Santuario

El proyecto «Santuario» rescata lugares abandonados, de interés histórico o desindustrializados a través de la fotogrametría y la pintura para crear un nuevo mundo virtual.

Santuario es un recorrido virtual por un pequeño mundo flotante, que levita impasible en algún lugar entre el cielo y el mar.

Elaborado a partir de muchas fotogrametrías tomadas a lo largo de un año y medio, el proyecto se compone de pequeños fragmentos de la realidad que gozan de un interés especial, ya sea por su contexto histórico, por tener una estética relacionada con el abandono o los «terrains vagues», o por establecer un diálogo en torno a la desindustrialización y los fósiles en el paisaje que ésta deja tras de sí.

A través del registro 3D, estos lugares específicos quedan “congelados” y resguardados en la nube, inmunes al paso del tiempo e inamovibles, indiferentes a que su versión física esté a punto de desaparecer para siempre. Protegidos así bajo los dígitos, el conjunto se consagra en una especie de santuario del abandono y otorga un carácter divino y celestial a estos espacios olvidados, todo ello siendo atravesado por una intención pictórica y constituyendo también una invitación inmersiva a quien lo transite hacia un lugar de refugio, pero también de reflexión en torno a la pintura que se expande a nuevos medios digitales.

Proyecto seleccionado en la II Convocatoria de Residencias Artísticas 2023


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