1 septiembre 2025 – 31 enero 2026
Pelayo Tamargo (Gijón, 1997) desarrolla su producción artística en su ciudad natal. Graduado en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca en 2019, obtuvo el Premio San Marcos de Pintura en 2018 y, en 2023, el Máster en Formación del Profesorado por la Universidad de Oviedo. Es miembro del colectivo artístico Grupo Puré, con el que ha desarrollado parte de su trayectoria expositiva desde 2018. Su trabajo explora la intersección entre pintura y lenguajes contemporáneos, integrando referencias culturales, visuales y técnicas en un discurso propio donde la figuración ejerce como eje central.
Entre sus muestras recientes destacan “Good Mood” (Galería Espacio Líquido, Gijón, 2024) y la individual “Speedy Speed Boy” (Espacio 451, Oviedo, 2024). Ha participado en numerosas exposiciones colectivas destacando “Joven y bella(k)” (Estudio Pablo de Lillo, Oviedo, 2022) y «We are the children“ (Estudio Pablo de Lillo, Oviedo, 2023). En 2024, su obra pasó a formar parte de la Colección Studiolo de Candela Álvarez Soldevilla.
Proyecto en residencia
HUB75 es un proyecto que integra pintura tradicional y paneles LED HUB75 en un único objeto, generando un territorio híbrido donde la materialidad de la pintura dialoga con la imagen digital. Más que alternar formatos, propone un campo expandido en el que las narrativas pictóricas se prolongan y transforman sobre la matriz de píxeles, alimentándose mutuamente.
La pantalla LED introduce una lógica visual propia —intermitente, pixelada, brillante— que contrasta con la propia materia del óleo y el carbón.Inspirado en máquinas arcade, letreros de neón y banners publicitarios, el trabajo no busca ilustrar la pintura, sino ampliar su código visual.
Cada pieza se materializa en estructuras específicas: cajas impresas en 3D que alojan los paneles LED y se articulan con el lienzo. A través de un código propio en CircuitPython, se reproducen animaciones e imágenes derivadas de la obra pictórica, creando un diálogo entre dos lenguajes. El proyecto explora el costumbrismo digital y lo pop, fragmentando lo cotidiano y atendiendo a cómo las imágenes —íntimas o masivas— configuran identidad y memoria.
En una cultura visual saturada y acelerada, HUB75 asume el pulso contemporáneo no como amenaza, sino como fuente de referencias para generar fricciones entre lo íntimo y lo global.