Instalación interactiva de inteligencia artificial (IA)
Reconocernos en el espejo es una habilidad humana básica, una práctica que nos diferencia de la gran mayoría de especies animales. A partir de los 20 meses, somos conscientes de nuestra propia imagen; en resumen, sabemos cómo somos.
Esta certeza es desafiada por Uncanny Mirror, obra creada por uno de los artistas pioneros en el uso de IA. A través de algoritmos, esta instalación interactiva produce retratos digitales de espectadores en tiempo real.
Para ello, el sistema analiza marcadores faciales biométricos, así como información sobre poses y movimientos de la mano. Después presenta una imagen pictórica basada en todo su aprendizaje anterior.
En esta obra, las audiencias son «una fuente interesante de datos»: proporcionan información que aporta imprevisibilidad y riesgo. El sistema de IA está en constante aprendizaje, asimilando los datos de todo aquel que se mira en este inusual espejo. Cada nuevo retrato se basa en el conocimiento acumulado de la máquina; cada rostro que produce contiene algo de los que fueron antes.
Todos hemos visto nuestros reflejos mil veces. Sin embargo, ésta obra de Klingemann ofrece perspectivas diferentes de cómo el sistema de IA nos ve.
Encargo de Seoul Mediacity Biennale