Blanco y negro, sonido. 57’
Lip Sync, una vídeo-performance conceptual de gran influencia, es una de las piezas icónicas de la primera producción de Nauman. Con la cámara montada al revés, encuadrando exclusivamente la boca y el cuello del artista en primerísimo plano, Nauman repite una y otra vez, las palabras «lip sync» en un claro susurro. Aquí, sonido e imagen se encuentran deliberadamente desincronizados e inconexos, mientras la imagen invertida de los labios y la lengua de Nauman en acción contribuye a acrecentar, más si cabe, la desorientación. Las palabras susurradas, que Nauman pronuncia con exageración, generan un ritmo insistente, sincopado, mantenido a lo largo de los 57 minutos de la pieza. En este ejercicio, la tensa disyunción entre sonido e imagen hace que nuestra atención se dirija a las distorsiones del vídeo como medio y al proceso intermediado de la contemplación.