Imagen
Uno de los tres sistemas de grabación analógica del sonido es la óptica, los otros son la mecánica y la magnética. La óptica es la que se ha aplicado con más frecuencia en el cine, aunque también la magnética ha sido frecuentemente empleada. Su mayor ventaja es que la pista de sonido se encuentra en el mismo soporte del celuloide, a un lateral. De este modo no pierde su sincronización con la imagen. Su conversión desde la captura eléctrica se realiza a través de células fotoeléctricas que modifican el haz de luz, dibujando sobre el celuloide diferentes manchas negras correlativas de picos y llanos.
Un proceso que nos revela cómo en el cine, es decir, sobre el celuloide, el sonido también es imagen. Miguel Aparicio parte de esta premisa y la desarrolla filmando la línea del horizonte de su ciudad. Los picos y llanos que existen entre las diferentes edificaciones son perfilados y duplicándolos invertidamente. Consigue así crear unas manchas similares a las que dibuja la célula fotoeléctrica sobre el horizonte.