Fotografías, cuadricóptero, instrucciones
En 2013, el artista y activista español Lot Amorós visitó los desiertos de Egipto en el marco de su investigación sobre VANT (Vehículos Aéreos No Tripulados). Una vez allí colocó carteles por todo el territorio informando a sus habitantes de cómo protegerse de los drones Hebron israelíes. Los carteles reproducían instrucciones en árabe tomadas directamente de documentos auténticos de Al-Qaeda sobre drones, pero suprimiendo todas las referencias o soflamas de Al-Qaeda que sustituyó por pacíficas instrucciones dirigidas exclusivamente a dotar a los civiles inocentes de una serie de instrumentos de protección frente a los vehículos aéreos no tripulados, consistentes en materiales cotidianos y desperdicios, como automóviles viejos, electrodomésticos estropeados, etc., con los que construir dispositivos para inhibir frecuencias, cegar cámaras, etc. Valiéndose de la retórica de la religión, los carteles de alguna forma imitaban los diez mandamientos de Moisés, situando al dron en una posición divina: omnipresente y todopoderoso.
En Llega un grito a través del cielo los carteles se muestran junto a imágenes tomadas en el desierto. Amorós presenta su diminuto dron artesanal: un mini cuadricóptero que fue su compañero de viaje y que intentó poner en vuelo en la frontera con el territorio palestino, teniendo que desistir por el peligro que hacerlo entrañaba. Sin embargo, más tarde consiguió enviar las instrucciones por los túneles subterráneos. Durante su expedición, Amorós se dedicó también a recopilar mitos y narraciones de las personas que viven bajo la amenaza de los drones para jugar con la idea de una religión drónica.
Cortesía: Lot Amorós