(Glasgow, 1965)

Estudió Bellas Artes en Duncan of Jordanstone, Dundee, completando después un Máster en Bellas Artes en Belfast. En la actualidad vive y trabaja entre Berlín y el Reino Unido. En 2000, se le ofreció la posibilidad de participar en el programa internacional de estudios del PS1 de Nueva York. Tras finalizarlo, cursó una residencia de un año en el Kunst-Werke de Berlín y, en 2003, el programa Art Pace de San Antonio. También en 2003, tomó parte en Days Like These, Trienal de Arte Británico, Tate Britain. A través del poder evocador del sonido, Philipsz viene construyendo una obra artística que la ha llevado a definir su obra a partir de la memoria, las referencias y las emociones que los sonidos nos pueden producir. Crea piezas sonoras con su propia voz, la cual lejos de haber sido educada para el canto, ayuda por su carácter espontáneo y no profesional a establecer vínculos emocionales entre las piezas y el espectador. Canciones populares muy conocidas son interpretadas por la artista para reformular con sus instalaciones la percepción del espacio expositivo en una grata y peculiar invitación hacia la experiencia artística. De esta manera, la subjetividad cobra un valor de gran importancia porque configura una obra diferente según cada espectador. Sin embargo, lo que pretende Philipsz con su trabajo es explorar los límites de la capacidad performativa del visitante al poder éste desplazarse a otros espacios y momentos, e indagar en las posibilidades escultóricas que se pueden crear a partir del sonido como elemento moldeador.