Segundo Víctor Aurelio Chomón y Ruiz (Teruel, 1871-París, 1929)
Junto con el también aragonés Luis Buñuel, Segundo de Chomón es uno de los máximos creadores cinematográficos españoles que trabajaron dentro y fuera de nuestras fronteras participando en más de 500 películas. Personaje polifacético y cosmopolita, cursa estudios de ingeniería, pero su vida profesional da un vuelco entre 1895 y 1897 tras un viaje a París. En esta ciudad descubre el espectacular invento de los hermanos Lumière: el Cinematógrafo. Fascinado por este nuevo lenguaje llegará a convertirse en una de las figuras indispensables de los orígenes y desarrollo de la primigenia industria cinematográfica, siendo contratado por las más importantes empresas cinematográficas de la época, [como los laboratorios Pathé Frères (Francia) o la Itala Films (Italia)], en las que trabajaría como técnico en grandes películas como Vittoria o morte (1913) o Cabiria (1914), de Giovanni Pastrone —conocido por su seudónimo Piero Fosco—, o el Napoleón (1927), de Abel Gance.
En esta disciplina destacó participando en casi todos los procesos que rodean la creación de una película, como el coloreado a mano de fotogramas en blanco y negro, rotulista de carteles, operador de cámara, director de fotografía, montador de imagen, productor, guionista, realizador y sobre todo director de trucaje y efectos especiales. Es en este apartado técnico donde obtendrá el mayor reconocimiento internacional, por el gran repertorio de efectos que investiga, inventa y desarrolla como pueden ser la utilización del travelling en decorados interiores sobre rieles (Vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, F. Zecca, 1907), el trucaje de maquetas (fabrica su propia cámara cinematográfica y filma una película en la que utiliza este efecto en su corto de 1902 Choque de Trenes/Collision of Trains), efectosschüfftan, doble exposición, iluminación expresionista, sobreimpresiones, fondos transparentes, pirotecnia y el espectacular uso de la velocidad de “paso de manivela” cuyo uso experimenta en Eclipse de sol (1905) y lo culmina en la maravillosa pieza El Hotel eléctrico de 1905 (rodada fotograma a fotograma y que seguramente inspiró la muy famosaThe Haunted Hotel-1908-, de Stuart Blackton). También contribuyó a la creación de una sólida industria nacional española de cinematografía, participando a principios del siglo XX en la productora catalana Hispano Films y posteriormente asociándose con Joan Fuster Garí, elaborando una extensa filmografía de alcance popular: documentales, fantásticas, melodramas, dramas históricos, zarzuelas y comedias. Al igual que sus colaboraciones con directores españoles de renombre como Benito Perojo (El negro que tenía el alma blanca-1927)
En resumen, se trata de uno de los más importantes cineastas internacionales por su contribución al desarrollo del arte cinematográfico en la etapa muda, siendo el único cineasta capaz de competir con la genialidad del gran Georges Méliès o con superestrellas norteamericanas como David Wark Griffith.
