(Oviedo, 1971)
Cogió los pinceles de muy pequeña y con siete años participó en su primer concurso de pintura. Ya en la adolescencia asistió al taller de Humberto García del Villar, conocido en los circuitos artísticos como Humberto. Conoció allí el arte abstracto, experimentó con un diferentes técnicas pictóricas desconocidas hasta entonces y dio el salto a la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, donde se licenció en la especialidad de pintura.
Aunque en la actualidad compagina la pintura con el diseño gráfico, es la pintura su mejor vehículo de expresión.
Trabaja sin guión previo, sin dibujo ni bosquejo, dejando que la materia discurra y la lleve. En ese sentido, su pintura entronca o bebe del informalismo.
“Todas las variantes se concentran en expresar directamente, por medio de un impulso emocional sin signos intermedios de carga simbólica, un grito, una intención que nace y proviene del sujeto que lo realiza”.
