Gabriel Díaz
(Pamplona, 1968)
Vive y trabaja en Madrid. Formado como escultor, Gabriel Díaz comienza a trabajar a principio los noventa apropiándose de la poética del land art mediante intervenciones realizadas sobre roca o con pedazos de hielo. Sus raíces se caracterizan por un despojamiento expresivo propio del minimal añadido a la densidad conceptual del arte objetual y del land art, aunque se ve también influida por el ideario ético-estético de Oteiza. Durante su etapa escultórica, Gabriel Díaz jugaba ya valores humanos y valores cósmicos, apuntando al retorno a la tradicional reciprocidad de las artes y las ciencias. Es aquí donde reside uno de los rasgos más singulares de este artista: su voluntad de fusionar campos de conocimiento, de dialogar con disciplinas que oscilan entre la estética, la física o la geología. Así, Gabriel Díaz comienza pronto a explorar también otros soportes artísticos y realiza su primer vídeo en 1999. Filma sus obras en cuevas, grutas, agujeros de hielo o desagües de agua para realizar obras que aúnan la predilección por la naturaleza con las nociones de interior/exterior, entrada/salida o vacío/lleno como metáfora de la búsqueda interior del artista. Es esta búsqueda la que lleva a Gabriel Díaz al Tíbet, donde encuentra una concordancia más rotunda entre la grandeza de la tierra y la esencia del propio ser.
La obra que se presenta en esta exposición pertenece a una serie de vídeos realizados en esta región. Gabriel Díaz ha expuesto en las más prestigiosas instituciones, entre las que destacan el MNCARS, el Guggenheim de Bilbao o Artium de Vitoria. Su obra está presente en las colecciones de la Fundación La Caixa, Artium,MUSAC, Fundación Caja de Madrid y la Fundación AENA, entre otras.