Traveling Light, 2007
Lágrimas de cristal, madera tieli, acero, luces eléctricas 478 x 224 x 178 cm
En el centro de Traveling Light [Luz que viaja], Ai Weiwei ha dispuesto una columna, rescatada de un templo de la dinastía Ming, que sitúa la pieza en un continuum histórico. En su parte superior, presenta dos círculos de metal que sostienen una serie de lágrimas de cristal realizadas a mano. La obra se centra sobre todo en la forma ya que, mediante una yuxtaposición inusual de materiales y texturas, consigue algo que va más allá de la función para la que cada uno de los elementos fue diseñado. Sin embargo, la pieza hace referencia al pasado y al impacto del presente sobre éste. Traveling Light deconstruye un elemento esencial al subvertir su anterior función e incorporar nuevas características para crear un efecto sorprendente. La columna se eleva a partir de una base móvil y se convierte en un candelabro descomunal, pero a la vez fácil de mover. Es como si, al tiempo que conecta un fragmento del pasado con el presente, la lámpara iluminara el camino hacia el futuro que queda ante nosotros