Soliloquium (2018- 2019)
Videoinstalación
En Soliloquium podemos ver una persona dialogando consigo misma. Cada soliloquio representa una realidad diferente, pero pertenece a la misma persona. La referencia para la construcción de cada uno de los diálogos es la fenomenología clínica que define la agnosia visual.
Las personas que padecen agnosia visual, aunque no son invidentes, son incapaces de reconocer la información que llega del exterior a través de la vista. Por ello, deben hacen uso de otros sentidos para reconocer los rostros de sus allegados. Este tipo de patologías definen manifestaciones evidentes de comportamientos comunes en todos los seres humanos.
Cada parte de la pieza audiovisual versa sobre un aspecto de la enfermedad: el epistémico a través de la protagonista; el retórico, a través del poema ‘El Ciego’ de Jorge Luis Borges y el empírico a través de estudios realizados con primates, que analizaban cómo podían reconocerse ellos mismos frente a un espejo.
Este proyecto se completa con la interpretación del artista de diferentes dibujos de Santiago Ramón y Cajal sobre el sistema nervioso del cerebro a través de esculturas de vidrio.
Su transparencia remite a la frase de Thomas Metzinger: “la transparencia es una forma especial de oscuridad” en la medida en que no somos conscientes de los procesos neuronales que intervienen en la formación de la experiencia de la realidad.