qlux puba, 2010
Instalación sonora / performance. Dimensiones variables
200 frijoles saltarines mexicanos interpretan en directo una "partitura abierta" escrita por Daniel Romero en Pure Data. Cada salto, dependiendo de su intensidad, dispara un sonido, elegido por un ordenador de entre una paleta sonora de 24 instrumentos, divididos en dos secciones dobles y articulados en un rango de entre cuatro y ocho notas cada instrumento y entre una y cuatro octavas cada nota.
Los frijoles se convierten así en miembros de una orquesta viva, orgánica, que avanza a la deriva y en plena oscuridad, sin más batuta que su necesidad vital de continuar y escapar hacia ningún lugar.