Paso a paso, 2007
Instalación site-specific para el Parque del Príncipe de Covadonga. Resina de poliéster, planchas de acero corten, LEDs, fibra óptica, fuentes de alimentación
Foto: Piru de la Puente
El camino, el itinerario, el tránsito como metáfora de la vida,de la comunicación y el conocimiento es la idea central sobrela que Pablo Armesto ha articulado su obra más reciente.Los medios para materializar artísticamente este concepto motor de su producción han buscado siempre facilitar una expresión diáfana en la que subyace la complejidad yamplitud de unos argumentos filosóficos y teológicos, queresumía en piezas que amparaban una mística que perseguía el valor de la luz, de la llama encendida que iluminael destino. En Paso a paso el camino es la huella en un paisaje cargado de connotaciones mágicas, espirituales y religiosas, que entroncan con episodios históricos decisivos. En Covadonga, el viajero se encuentra en una encrucijada enla que confluyen naturaleza y divinidad, y se convierte enun peregrino que persigue desentrañar los misterios de la vida ante una imagen devocional que ha transformado ese espacio en santuario.Las huellas son ofrendas votivas, fuegos sagrados que perpetúan la memoria de todos aquéllos para los que la búsqueda, el ansia de encuentro, es y sigue siendo la única energía capaz de hacerles recorrer un trayecto inagotable.
