Marcapasos del marcapasos
Un producto de blablabLAB para trastienda
Es una incógnita cuando un aparato electrónico dejará de funcionar. En la mayoría de los casos podemos vivir con este misterio, pero en algunos la incertidumbre es mayor ya que la vida del usuario queda a merced de la obsolescencia de su aparato.
Los marcapasos, como todo aparato, tienen una vida útil, aunque en éstos la obsolescencia se presenta como una excepción, ofreciendo ciertas garantías de durabilidad y control a cambio, eso sí, de un precio muy elevado.
Su excepcionalidad se basa en que se trata, literalmente, de una cuestión de vida o muerte. Por ello los marcapasos tienen unos mecanismos de seguridad que advierten al usuario del estado en el que se encuentra el aparato, por lo que la extrapolación del concepto obsolescencia programada a este aparato resulta ridícula, aunque no lo sea en el 99% del resto de nuestros aparatos de consumo.
El aparato se coloca justo encima del marcapasos y mediante un piezo eléctrico conectado a un Arduino se captan por vibración sus pulsaciones. Si pasados 5 segundos éstas no se detectan Arduino activa un solenoide que manda pulsaciones al marcapasos para que éste mande pulsaciones al corazón, a la vez que el piloto rojo de aviso parpadea con la cadencia del latido asistido.
Producto de la línea [obsolescencia aumentada]
“Se denomina obsolescencia programada u obsolescencia planificada a la determinación, la planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio de modo que -tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa de servicios durante la fase de diseño de dicho producto o servicio- éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible.” Wikipedia.
Mientras que durante milenios hemos conseguido producir consumibles con excelentes prestaciones, muchos de los que son producidos actualmente eluden intencionalmente la vida útil como derecho del consumidor.
En esta línea de diseño se condensa el fundamento del sistema de consumo actual. La naturaleza hiperconsumista del capitalismo actual se rebela a través de estos productos ubicuos de forma cotidiana. También se trasfiere al producto, en sus escalas más materiales y formales, la naturaleza insostenible que esta forma de producción-consumo proyecta en la escala global y a medio plazo. Son numerosos los puntos negros donde se condensa el detritus de esta práctica no re- circulatoria: vertederos nucleares, macro-bolsas oceánicas de residuos plásticos, electro-vertederos de países desarrollados en los países subdesarrollados, vertidos ilegales...
Esta forma de producción adquiere, además, un componente auto-propagatorio bajo la idio-sincrasia de las leyes del libre-mercado, que las extiende y enfatiza.
Impresoras que dejan de funcionar puntualmente tras un número concreto de impresiones, bombillas que se funden cada vez antes, aparatos de fragilidad extrema, etc. Probablemente no quede lejos el día en que los bienes inmuebles coticen también bajo esta estrategia de mercado.
[obsolescencias aumentadas] pretende explorar esta condición desde puntos de vista no comerciales.
Se plantean a priori varias practicas heurísticas a partir de las cuales generar un análisis pros-pectivo, alterando la vida de los objetos hasta el absurdo, re-contextualizando ciertos diseños o comportamientos, mediante mezclas de estos, etc.
[obsolescencias aumentadas] propone como una mirada artística -analítica, crítica, irónica- sobre un fenómeno tan común y extendido como poco conocido por los consumidores.