La mano que trina, 2015
Dice la artista María Cañas que “la vida es eso que pasa mientras miramos el móvil. De hecho, puede que pronto no necesitemos ni leer ni hablar idiomas, nos bastará con saber aullar”. La mano que trina es un muestrario-rebelión sobre el lado oscuro de la tecnología, el sentimiento de "tecno-paranoia”, la religión del selfie, las “tecnopatías”, la demencia digital, la obsolescencia programada, la e-waste, el “poshumanismo”...
Reflexiona además sobre el camino meteórico hacia una “datificación” total, y es que tal vez nos estemos convirtiendo en datos. Para una niña de un año, una revista no es más que es una tablet que no funciona.