IKRAUSIM, 2009-2010
visuaLAB
Cortesía del artista
Durante un paseo por el jardín de Yuyuan, a orillas del río Huangpu, en Shanghái, Nick Ervinck quedó fascinado por las caprichosas formas de las rocas, que le hacían pensar en las esculturas de Henry Moore. Inspirándose tanto en la tradición oriental como en la occidental, se decidió a crear una escultura de roca contemporánea. Usando las últimas técnicas de impresión 3D consiguió visibilizar esas formas en el mundo físico. Si Miguel Ángel cortaba y tallaba, Ervinck sigue un proceso de diseño digital inverso: la forma virtual es liberada de la materia física, pero dentro de un principio productivo y generativo. Ni que decir tiene, se trata de unos desarrollos trascendentes para el arte de la escultura, el dibujo y la pintura. En lugar de limitarse a la estructura bidimensional, el artista puede ahora trabajar en dimensiones diferentes para crear algo hasta ahora inconcebible. IKRAUSIM existe como impresión 2D en caja de luz, como impresión 3D, como animación digital y como fotografías de dicha animación, y cada medio ofrece una perspectiva diferente de esa forma aparentemente infinita.
