Glass Hour, 2002
Clare Langan, (Irlanda, 1967). Película Súper 16mm transferida a DVD. Edición 3/5. 8'
[…] Mientras representa explícitamente el impacto de la monumental destrucción del hábitat humano, Glass Hour se cuestiona sobre cuánto de ese aciago destino es fruto de la acción del propio hombre sobre sí mismo. Grandes fábricas, chimeneas humeantes y anodinos almacenes industriales vistos como secuencias oníricas, ambiguamente situados entre la crónica indiferente de un declive terminal producto de un desastre global, y el canto desafiante de la resistencia de lo sublime tecnológico. Los monumentos a la perenne necesidad del hombre de construir, crear, producir y multiplicar se mantienen vivos y coleando bajo la dura y fría luz de un inacabable invierno de amargura. Sin embargo, la arrogancia del hombre se enfrenta al desafío de una fuerza mayor incluso que la del capitalismo global: la tierra se abre y hierve con furia volcánica, lista para devorar ciudades enteras, para cubrir de negra ceniza los grises suburbios en descontrolado crecimiento y empapar de gases tóxicos los polígonos industriales. […]La catástrofe ya ha tenido lugar, y nos enfrentamos a un apocalíptico día después, con la tierra haciendo retroceder los límites de la civilización humana. La naturaleza en sí no sabe de destrucción, sólo de un eterno ciclo de crecimiento y declive. Pero a pesar del sombrío y turbulento aire de cambio eterno que impregna estas instalaciones fílmicas, ver cómo la naturaleza se coloca en el lugar que le corresponde nos transmite paz y serenidad. Al final, más que una visión distópica del fin de la especie humana por vía de la autoaniquilación, lo que la trilogía de Langan en última instancia proyecta es el inicio de un proceso de regeneración y renacimiento.
Christoph Grunenberg