Elaboración de cuarenta piezas rectangulares para la construcción de un piso, 2008
Vídeo, 5’ 34’’
En Cuba, como consecuencia de la falta de materiales para producir obras públicas, los trabajadores de un establecimiento estatal invierten las ocho horas de su jornada laboral sentados esperando a que concluya su tiempo de trabajo. Aprovechando este tiempo paralizado, Adrián Melis promovió una especie de “coro de trabajo”, con la intención de dar vida a la fábrica, es decir, de generar una nueva forma de movimiento, virtual y de naturaleza ficticia: cada operario imitó el sonido de una máquina y, junto con los demás obreros, se creó la impresión de que la fábrica estuviese activa produciendo ladrillos. Durante toda la jornada laboral – desde las ocho de la mañana hasta las cinco de la tarde- los operarios técnicos de la empresa estuvieron imitando con sonidos guturales los ruidos de las maquinarias de trabajo.
Cortesía: el artista