El aliento de Chomolugma, 2005
Vídeo proyección HD, cuatro canales. 9’ 22”. Cortesía: Galería Salvador Díaz
Esta instalación ofrece una visión fragmentada, pero al mismo tiempo hipnótica y profundamente lírica, del hoy rutinariamente conquistado, pero no por ello menos icónico e imponente, Monte Everest. Cuatro cámaras fijas registran con sutileza las diferentes caras de la montaña, reflejando las alteraciones climáticas y las fluctuaciones de la luz. Este uso simple pero elegante de imágenes capturadas mediante time-lapse resulta a un tiempo sobrenatural e inquietante, con el paso, como en sueños, de la luz y el tiempo restituyendo una suerte de aura sagrada a este hito natural sobrerepresentado, pero aun así majestuoso.