Cat in Zero Gravity, 2008
Vídeo, 24’ 42’’ (color, sin sonido). Cortesía de la artista
En el año 2003, The Arts Catalyst, institución que promueve la producción de proyectos artístico-científicos, lanzó una convocatoria destinada a la idea de investigar las posibilidades visuales de utilizar la falta de gravedad. Tras cinco años de esfuerzos, en 2008, y bajo una esponsorización extra externa, un grupo de artistas viajó a Moscú para poder utilizar las instalaciones del centro Star City, ciudad para la formación y entrenamiento de astronautas, donde viven con sus familias.
Los artistas seleccionados iban a realizar un vuelo real que saliera de la gravedad terráquea y, para ello, cada uno había preparado cuidadosamente su experimento a realizar. Los tres artistas que abordaron la nave sabían que, al estar también ellos sometidos a la falta de gravedad, su experimento podría fallar si ellos fallaban; en el caso de Lyn Hagan, si no pudiera filmar el gato debido a estar sometida a los mismos efectos que el animal. Cualquier accidente podría anular la documentación del proceso.
Lyn Hagan realizó esta película, Cat in Zero Gravity, en el año 2008, en el centro de entrenamiento espacial Yuri Gagarin en Moscú, donde nos muestra el comportamiento de un gato sometido a gravedad cero. El gato fue devuelto por Lyn Hagan después del experimento a la misma tienda de animales donde lo compró en Moscú, y no consta ningún sufrimiento posterior en la salud del animal.
Lyn Hagan desarrolla sus investigaciones artísticas en lugares extremos, y en esta pieza propone una reflexión sobre la clásica imagen del ratón perseguido por el gato que todos hemos visto en dibujos animados. El impacto de la falta de gravedad en el pequeño cuerpo del gato hace que este gire en espiral, las patas y cola desplegadas y el pelo erizado, de una manera similar al de un animal en caída libre. Nos puede causar risa, pero también un cierto desasosiego. El objetivo de la artista era comprobar si el instinto felino persiste en la falta de gravedad. El caos y su posible representación atraen especialmente a Lyn Hagan, que busca una teatralidad en su obra ajena a los escenarios habituales y realizada por actores excepcionales.
Hagan trabaja actualmente en la posibilidad de realizar y filmar una coreografía llevada a cabo por un robot en la superficie de Marte.