Aliento, 2015
PAL Vídeo 1' 14''
Encerrado en un cuadro, con cuatro bordes bien definidos que cancelan cualquier intento de desbordar el espacio de la representación, todo paisaje constituye una imagen; en esencia, una ilusión. Ahora bien, con la irrupción del cine esa imagen se hace tan real que con frecuencia se confunde con la vida misma. Al cabo, el viento que mueve la copa del árbol es el mismo que choca contra nuestro cuerpo. La lluvia también es la misma que nos moja. Y sin embargo, aprisionado tras un cristal que es en verdad donde se inscribe nuestra mirada, este paisaje está condenado a repetirse eternamente.