Aequador, 2012
Vídeo, 20'
Los mapas ordenan y cosifican la alteridad. Disponen su posición exacta y, además, le otorgan un nombre que, en realidad, no es el suyo. El exotismo, en este sentido, no sería más que una apropiación en clave satírica de lo diferente, de aquello que no somos nosotros.
Laura Huertas Millán juega aquí a deformar la realidad por medio de una distopía construida a golpe de virtualidad. Las ruinas arquitectónicas del sueño de la razón, de la modernidad, del funcionalismo, en medio de la Amazonía colombiana, como una Brasilia después del apocalipsis, hablan de un tiempo excesivo en su ímpetu y en su despliegue más allá de la historia y del espacio. La naturaleza exuberante, aunque también en peligro, convertida en fetiche, amenaza con devorar los últimos vestigios de la mal llamada civilización, devolviéndonos al carácter violento de nuestra existencia como comunidad humana.