AA Two and a Half Acres of Beans, 2008
Por Tina Petras
Para criticar algo es necesario marcar cierta distancia, liberarse de los juicios de valor que nos manipulan, examinar las circunstancias desde el exterior. ¿Pero, ese “exterior” existe todavía? ¿Podemos llegar a él? Y si pudiéramos llegar, ¿seguiríamos siendo capaces de actuar? ¿Es posible que sea sólo un nuevo interior? ¿Cómo se puede mantener una distancia crítica y seguir siendo activo? La crítica empieza por uno mismo, te fuerza a liberarte de tu afiliación social, del concepto de tu identidad adquirida. Desenmascararse a uno mismo como parte del sistema que uno quiere criticar es una impertinencia, un riesgo y provoca una crisis. Llegado a este punto, es tu decisión tomar medidas; la crítica no es sólo la conclusión, sino un gesto y una experiencia práctica con un efecto transformador y una viveza interpersonal. Un día mirarás por la ventana y pensarás que valía la pena animarse.