Sistemas de orden del lugar
En la exposición que ahora inaugura Román Corbato en la Sala Borrón de Oviedo, que es la individual más importante que ha realizado hasta el momento tras sus colaboraciones con Félix Carpio y Elia Núñez, pretende mostrar la línea de trabajo que viene desarrollando desde 2013. Para ello divide la obra en dos niveles: por un lado expone obra escultórica creada en taller mediante la recolección de materiales encontrados durante las caminatas por “lugares de máxima entropía” –en palabras de Smithson– como son escombreras, áreas industriales o urbanizaciones abandonadas, con los que elabora piezas en las que ordena playas o construye metros cúbicos de energía perdida y que, al estar realizadas con arena, madera o azulejos, resultan insospechadamente cálidas. Por otro lado, proyecta nueve vídeos en los que muestra sus intentos fallidos de escultura en el exterior, colapsos reiterados en los que el proceso escultórico es fruto de una convivencia con el paisaje contemporáneo, entendido como construcción cultural, como “gesto social indisoluble de un tiempo determinado”.
Román Corbato considera que en los últimos años estamos asistiendo a una transferencia significativa: todo lugar ha pasado a ser entendido como un paisaje, sea natural o artificial, y éste ha dejado de ser ese fondo neutro sobre el que destacan objetos artificiales arquitectónicos más o menos vocacionalmente escultóricos, para convertirse en objeto de interés primario, foco de la atención del artista. Así, modificado el punto de vista, el paisaje pierde su inercia y pasa a ser objeto de transformaciones posibles; es el paisaje lo que puede proyectarse, lo que deviene artificial. Desde este punto de vista, la creación artística se abre hacia formas completamente nuevas de concebir sus relaciones con el medio natural.
Fragmento del texto del comisario: Luis Feás Costilla
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