Ecodatos–Ecomedios–Ecoestética: Tecnologías de lo ecológico después del Antropoceno

Yvonne Volkart, en colaboración con Karin Ohlenschläger y Sabine Himmelsbach

«Si los medios tienen un papel a desempeñar en la investigación de la crisis ecológica, habrá que empezar por la propia tecnología de los medios». (Richard Maxwell) 1


En los últimos años se ha propagado en el seno de las artes la impresión de que los conceptos de «Antropoceno», «Capitaloceno» o «tecnoesfera» han sobrepasado a las visiones ecológicas o verdes. La idea de que los terrícolas estamos atrapados en una máquina que ha perdido el control nos atenaza. Pero, ¿basta con «compartir» las últimas fotos de nuestros móviles para contrarrestar ese apocalipsis? ¿Qué sentido tiene hacer cambios en mi vida si África está siendo esquilmada a escala masiva y abarrotada de basura electrónica? ¿Cómo van a evolucionar nuestras perspectivas si el pensamiento ecológico o verde ha migrado al lenguaje inflacionista del supermercado y la gran empresa, de una forma que, en consecuencia, aparece como totalmente arbitraria, antiestética o neoliberal?
Como súbditos maquinales bien engrasados de este mundo de máquinas, somos conscientes de que no nos queda prácticamente otra alternativa que aceptar las contradicciones: aborrecemos la explotación del Sur global, pero somos cómplices de ella. Si aspiramos a aportar algo fructífero a la situación presente hemos de admitir nuestra imperfección con la máxima humildad, y quizás con algo de humor (ya puestos, podría postear -¡por qué no!- en Instagram imágenes de los gusanos de mi compostaje). En lugar de limitarnos a ofrecer simples «soluciones» técnicas o a despreciar lo tecnológico como algo ajeno a nuestra naturaleza, se impone desarrollar un pensamiento y acción ecoestéticos y transversales que reconozcan nuestra forma de existencia paradójica y corrompida y se abran a otros niveles. Y eso supone significa dejar atrás el Antropoceno y tratar de abrirnos, en el aquí y el ahora, a un «post-Antropoceno», a «un más allá».
De ahí que hayamos optado por continuar manejando el término «eco», porque tiene potencial. También para neutralizar a quienes sostienen que lo que caracteriza al pensamiento ecológico o verde es un exceso de armonía (ecología profunda, Gea) o el dualismo (hemos de salvar la naturaleza). El reconocimiento de la biosfera como oikos (casa), que implica relaciones diferenciadas entre varios protagonistas y sus «nichos», no implica necesariamente armonía. Bien al contrario, admite que las cosas y los seres vivientes se integran en unos vínculos específicamente relacionales y, por ende, interconectados. Esas «ecologías en red» (Jennifer Gabrys) no siempre se muestran con claridad a otros. Por eso, pensar ecológicamente entraña estudiar todas aquellas cadenas, correlaciones, procesos, dependencias, condiciones e interfaces en las que «coexisten» muy diversos habitantes animados e inanimados de la Tierra (Timothy Morton). El entorno y/o mundo circundante ha dejado de ser externo al animal humano, a la «naturaleza»; en lugar de ello, lo que compartimos y habitamos, y por tanto engendramos juntos, es «nuestra» bio-tecnoesfera. En estos momentos se ha vuelto imprescindible trabajar con la noción que concibe nuestro mundo como un «común», pues la perspectiva económica que contempla todo lo que es ajeno a sus intereses como algo pasivamente dado, devaluándolo y convirtiéndolo en basura, es excesivamente dominante. Por consiguiente, el papel en el que los artistas deben implicarse exige hoy, en gran medida, sensibilizarnos sobre aquello que ocupamos y destruimos por nuestra ignorancia y complicidad. Las tecnologías de los medios y la cooperación interdisciplinar con las ciencias naturales y las tecnociencias desempeñan un rol considerable en ello, y desafían conceptos convencionales sobre el arte. En las líneas que siguen planteamos, a partir de nuestra exposición, un debate en torno al espectro de estrategias de ecomedios y de posiciones visionarias.

Los ecomedios como instrumentos para incrementar la atención
La exposición itinerante Ecomedia (2007-09) despertó en nosotras el interés por el uso que hacen los artistas de los medios y las tecnologías para explorar lo ecológico: esas tecnologías mediales que con tanta confianza parecemos usar, mientras ellas -y/o sus automatismos o los proveedores de servicio acoplados a ellas- nos usan a su vez a nosotros. Interpretamos esas tecnologías no solo como instrumentos, sino a menudo también como actores fracturados y paradójicos. Su implicación en la producción de conocimiento sobre nuestra biosfera es tan ubicua e intensa, que en la actualidad se ha vuelto imposible funcionar sin apropiárselas, alienarlas o «abstraerlas». Las llamamos ecomedios (ecomedia). Términos similares son los de geomedios, terramedios o medios medioambientales. Su empleo da lugar a unas conjunciones híbridas entre las tecnologías de registro y envío y envío de medios y el mundo material y/o el entorno (atmósfera, cuerpos acuosos, tierra, gente). Se supone que, gracias a una serie de tecnologías de seguimiento y control, así como a los datos recopilados a través de diversas técnicas de medición, hoy es posible «articular», en forma de disposiciones artefactuales de medios, mundos y/o entornos hasta ahora desconocidos. A menudo, las señales recibidas por máquinas a través de métodos diversos (como la sonificación) se transmiten también en un tono audible por el ser humano. Las técnicas de los ecomedios nos acoplan tecnoestéticamente a realidades de las que lo desconocemos todo aún, lo que las convierte en mediadoras entre mundos. Se trata de una realidad virtual de otro tipo: la percepción de una realidad que virtualmente ya existía. En consecuencia, los ecomedios funcionan en la vida real, y simbólicamente, como un instrumento con el que incrementar la atención hacia protagonistas no humanos.
Mientras las tecnologías de la información registran cambios en el planeta Tierra y lo transforman en «Programa Tierra» 2, los naturalistas conciben las zonas de «naturaleza» que observan de una manera particularmente sistemática como laboratorios exteriores 3. Karen Barad explica que las personas experimentan con la Tierra porque desconocen el efecto de sus actos (de base tecnológica).
Ese estado ontológico y tecnológicamente generado de la Tierra como máquina, programa, laboratorio y experimento, cuyo resultado es imprevisible, nos ha impulsado a indagar más concretamente en el marco de la exposición actual que en la exposición Ecomedia en el significado y la estética de los datos, las tecnologías y los métodos de las ciencias naturales en el arte: ¿hasta dónde llegan las tecnologías de los medios a la hora de sensibilizar al público en relación con la ecología? ¿Qué marcos, narrativas y experiencias estéticos generan? ¿Cómo abordan, o alteran, métodos científicos tecnonaturales? ¿Existen nuevas formas de intimidad (de cuerpos, tecnologías y datos), de comunicación, de emoción y de transgresión (de especies)? ¿Y qué significa eso en relación a la capacidad de actuación del ser humano?
Unos interrogantes que nos interesan, no solo porque los artistas de los media experimentan intensamente con disposiciones híbridas, artefactuales y transmediales, o luchan por convertir en tema de debate su acceso a la experiencia del mundo. Lo que sí parece hallarse conectado a las tecnologías de los medios es la esperanza (positivista) de que, cuando se sustancia con datos, un problema medioambiental se convierte en algo de lo que la gente suele tomar conciencia y es, por tanto, susceptible de alterarse. Tendencias en la dirección de los proyectos de ciencia ciudadana también la recolección de datos medioambientales por fuera de las artes apoyan esa idea. No obstante, en nuestra opinión, en el caso de esas prácticas tecnoculturales, se trata más de una cuestión de participación y de implicación emocional que de obtención de información, pues, ¿no reside realmente el problema en el hecho de que, si bien con frecuencia contamos con información (por ejemplo, sobre los elevados niveles de contaminación del aire), en última instancia no hacemos nada con ella? ¿Porque no conviene? 4 ¿Porque implicaría oponernos abiertamente al blanqueamiento? ¿No será que en realidad necesitamos un tipo de información diferente y otras formas de obtenerla? ¿Una implicación, un extra de información que percibamos sensorialmente, que nos emocione estéticamente y que, en consecuencia, nos de valor para decir No?

«[Los] satélites son al activismo ecológico lo que las cámaras de nuestros móviles a #BlackLivesMatter ... Cuando individuos y grupos apasionados adoptan y expresan los datos fríos, abstractos, de las ciencias medioambientales, el resultado es el Movimiento por la Justicia Climática. Abarcando el planeta con sus vigorosos representantes, el movimiento por el clima convierte datos en conocimiento para transformar después el conocimiento en formas estéticas y, por último, las formas estéticas en acción» 5. El razonamiento de Brian Holmes es un ejemplo de las asunciones extendidas entre muchos artistas y teóricos de los medios orientados hacia el activismo, a saber: que, en la práctica, las herramientas nos convierten a todos, automáticamente, en activistas. Sin embargo, en realidad, el quid de la cuestión que ni las tecnologías, ni el arte ni ninguna otra parte no humana implicada es capaz de resolver estriba precisamente en el salto del conocimiento a la acción. Llegados a este punto, necesitamos también, como Félix Guattari recalcara, grupos de personas que hagan precisamente eso 6. Dicho esto, en el arte, como resultado de su capacidad para implicar emocionalmente a la gente y movilizarla, al menos a nivel sensorial, hay base para la esperanza: seguramente, quienes hayan visto un albatros morir en una película y delante de una cámara tendrán una relación muy diferente hacia las aves, el plástico, y quizás también hacia al activismo, de la que tenían con anterioridad.
Defendemos que la cualidad visionaria y emocional de los proyectos artísticos radica en la producción de un «extra» estético. Dicho de otro modo: el potencial visionario del arte ecológico se basa, no solo en abordar las relaciones de explotación desde la perspectiva del contenido, o en desplegar fantasías utópicas o contramodelos, sino también en generar experiencias estéticas inesperadas junto a los demás seres que nos acompañan.

Del registro de datos a la generación de comunicación relacional y modelos de vida
En los últimos diez años se ha producido un cambio en las estrategias de los ecomedios. Del primer plano ocupado por el registro y la interpretación en forma de objetos de visualización/sonificación definidos con relativa claridad, como los datos meteorológicos, se ha pasado en la actualidad a la intervención directa de las nuevas tecnologías en los ecosistemas, percibidos hoy con su intensidad material, su artefactualidad tecnoorgánica y su indeterminabilidad. En ese sentido, las tecnologías controlan a, o siguen el rastro de, pequeños protagonistas no humanos aparentemente «insignificantes», como las abejas, las hormigas o las lombrices, para ayudarnos a experimentar el modo singular de su existencia como seres dentro de un contexto total.
Nos gustaría señalar las siguientes estrategias:
Un método de pensamiento ecológico hoy fundamental es el que se basa en la exhibición de vínculos entre los protagonistas y las cosas implicadas, y en hacer comprensibles tanto las dependencias tecnológicas como las económicas o las que se basan en el entorno, y/o las relaciones de explotación. Lo auténticamente novedoso es la atención específica dirigida a ese otro lado suprimido y, al menos en parte, aparentemente apocalíptico de nuestra sociedad de datos y desperdicios. El método está representado por los proyectos de net art DEFOOOOOOREST (2016) 7 y CO2GGLE (2015) 8 de la artista española Joana Moll, y por el vídeo Albatross (2017) 9 del americano Chris Jordan.

Un medio crucial que evidencia procesos funcionales antes desconocidos dentro del campo microcelular, y válido para sensibilizar e ilusionar a la gente acerca de otros niveles de realidad, es el uso del sonido en el contexto de la ecología acústica. Es ahí donde incluimos la instalación sonora Mossphone (2017) de la artista hispano-suiza Vanessa Lorenzo Toquero y el observatorio de paisaje sonoro Perimeter Pfynwald (2019) 10, del también suizo Marcus Maeder, así como la obra Reserva Sonora de la Biosfera de Asturias (2017–en proceso) 11  del artista sonoro español Juanjo Palacios.


Aparatos o «prótesis», más que sonoros interactivos, pueden convertirse en medios estéticos para visibilizar el comportamiento de ecosistemas o protagonistas particulares, como las plantas. Una estrategia en funcionamiento en la instalación Pas de deux en vert et contre (2009-2012) 12 de la artista francesa Aline Veillat.
El registro, monitorización y experimentación apoyados en sensores con microsistemas vivos, y su translación a amplias instalaciones transmediales, es el método utilizado en Fluctuations of Microworlds (2017) 13 por el dúo de artistas letones formado por Rasa Smite y Raitis Smite, y por la artista belga Annemarie Maes en Intelligent Guerilla Bee Hive (2016-2017) 14 .
Cada vez son más los artistas que operan dentro de unas prácticas simbióticas, experimentales y próximas al trabajo de laboratorio, que entremezclan protagonistas, medios y máquinas humanos y no humanos y/o artefactuales en unas relaciones sorprendentes, hechas realidad gracias a experimentos, comunicación, emociones y empatía. Es lo que hace el dúo suizo de artistas Baggenstos/Rudolf con su instalación Fostering Duckweed – From urine to protein (2016/2017) 15, así como la pareja de artistas españoles Maria Castellanos y Alberto Valverde con su pieza «llevable» Symbiotic Interaction (2016/17) 16 .
La convicción empírica del Antropoceno de que la Tierra es un planeta de recursos limitados, entendido además como laboratorio material y digitalmente experimental, se aborda en la instalación Domestic Catastrophe N°3: Planète Laboratoire (2012) 17  del dúo francés HeHe.
Las visiones artísticas en el periodo posterior al Antropoceno son difíciles. Pueden verse fácilmente contaminadas por la tecnocracia que vuelve rechazables proyectos de gran escala, como la geoingeniería, o por una especie de pensamiento redentor conocido a través de diversas religiones. Si no aspiran a ser medios simples o espirituales para solucionar las cosas, las visiones pueden vivirse solo estéticamente o esbozarse mediante patrones y figuraciones de refracción múltiple, algo que intenta plasmar la videoinstalación performativa Acoustic Ocean (2018) de la artista suiza Ursula Biemann 18 al introducir una figura carismática que media entre el agua y la tierra, el conocimiento y la acción, abriendo, al hacerlo, una suerte de camino ficticio por el que nosotros, terrícolas, podemos adentrarnos juntos.


1.- Maxwell, Richard et.al.: «Introduction», en: Maxwell, Richard / Raundalen, Jon / Lager Vestberg, Nina (Hg.): Media and the Ecological Crisis, Nueva York y Londres: Routledge 2014
2.- Jennifer Gabrys, Program Earth: Environmental Sensing Technology and the Making of a Computational Planet (Minneapolis y Londres: University of Minnesota Press, 2016).
3.- Yvonne Volkart en conversación con Andreas Rigling, Instituto Federal Suizo de Investigación en los Bosques, la Nieve y el Paisaje, WSL, agosto de 2017
4.- Naturalmente, son muchos los países/naciones que manipulan datos de mediciones de acceso público. Por ejemplo, Japón lo hace con las mediciones de radioactividad del terreno. Esa es la causa de la aparición de medición alternativas o activistas. En Suiza, donde la relevancia de datos no es un problema, el peligro se minimiza haciendo posible elevar los valores máximos, tal como en la actualidad se hace con el nivel de pesticidas en cuerpos acuosos.
5.- Brian Holmes, «Empathiemaschinen: Neue Organe für den Ökokörper?» Springerin 4 (2017), p. 28.
6.- Félix Guattari, Remaking Social Practices, 1992, p. 262. https://sculptureatpratt.files.wordpress.com/2015/07/felix-guattari-remaking-social-practices-1.pdf
7.- http://www.janavirgin.com/CO2/DEFOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOREST_about.html
8.- http://www.janavirgin.com/CO2/CO2GLE_about.html
9.- http://www.chrisjordan.com/gallery/midway-film/#trailer
10.- https://www.researchcatalogue.net/view/215961/215962
11.- http://mapasonoru.com/Reserva-Sonora.php
12.- http://alineveillat.com/works/pas-de-deux-en-vert-et-contre/
13.- http://smitesmits.com/FluctuationsOfMicroworlds.html
14.- https://annemariemaes.net/projects/the-intelligent-guerilla-beehive/
15.- http://www.baggenstos-rudolf.ch/project/Lemna/Fostering_Duckweed.html
16.- http://mariacastellanos.net/?/=/seccion/projects/entrada/symbiotic_engl
17.- http://hehe.org.free.fr/hehe/planet/index.html
18.- https://www.labocine.com/film/1449

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