La mina y su sonido. José Manuel Costa
Blog del proyecto
Pozo San Fernando, Orillés. Imagen: L. Arias / LABoral
El año pasado LABoral puso en marcha un proyecto llamado El arte y su sonido que trataba de realizar un retrato sonoro de LABoral, un centro de arte, en un momento único, cuando sus salas se veían acústicamente activadas por una exposición de arte sonoro: Visualizar el sonido, comisariada por Fiumfoto.
La ejecución de ese proyecto implicó el trabajo de al menos a una docena personas de manera inmediata y a casi veinte artistas que trabajaron de forma libre sobre el material recogido y puesto a disposición en Internet, dando así lugar a sendas remezclas que pasaron a sumarse a El arte y su sonido.
La opinión generalizada parece ser que El arte y su sonido resultó una experiencia positiva, tanto por los mecanismos puestos en marcha cómo por el compromiso de los participantes. Y, por supuesto, gracias a las obras definitivas editadas en CD-Rom y a los mencionados remixes. Finalmente queda un proceso ampliamente documentado en las páginas de laboralcentrodearte.org, los sonidos recogidos y no modificados de un momento preciso, montados como composiciones artísticas que, además de su propio mérito, quedan como testimonio de la creatividad de unos artistas, también en un momento determinado.
Este año LABoral pone en marcha un proyecto expositivo, muy ligado a Asturias, pero de validez en otras zonas e incluso otros países. Este proyecto, elaborado por los arquitectos Nacho Ruiz Allén y Sara López Arraiza (Zon-e) se llama Aprendiendo de las Cuencas, un nombre de lo más explícito. Por descontado, se trata de un tema perfecto para darle continuidad a “… y su sonido” que, en esta ocasión se llamará, sin mayores complicaciones, La mina y su sonido.
La mina y su sonido tendrá algunos rasgos diferenciales respecto a El arte y su sonido. Entonces se estaba tratando con un especio cerrado, concebido originalmente en un doble aspecto didáctico/industrial y transformado luego en un equipamiento cultural que mira sobre todo hacia un posible futuro. La mina tiene un carácter por completo diferente. Es el centro de un imaginario que opera dentro y fuera como fuente de identidad asturiana, habiendo sustituido en muy poco tiempo otras señas como la costa, la montaña inaccesible, lo agropecuario, lo salvaje, lo urbano. La mina, las cuencas, constituyen un complejo de ideas, actitudes y construcciones, físicas y sociales propias del capitalismo industrial, a su vez en vía de extinción.
El arte y su sonido, realizada durante una exposición de arte sonoro no tuvo una presencia expositiva que quizás habría sido redundante. En cambio, La mina y su sonido se plantea en un doble sentido: cómo composiciones y cómo instalación en el marco de Aprendiendo de las Cuencas. Este último aspecto amplía forzosamente el ámbito de colaboración: carecería de sentido que exposición y proyecto fueran cada uno por su lado. De hecho, esa colaboración se ha producido desde el comienzo y La mina y su sonido se entiende en lo expositivo como complemento aural de Aprendiendo de las Cuencas.
La mina y su sonido se compondrá de cuatro piezas, realizadas con grabaciones del entorno (o las interioridades) de cuatro pozos destacados y que vienen a representar los ambientes natural, rural, urbano y plenamente Industrial donde se implantaron las minas. La mina y su sonido es más compleja que El arte y su sonido, no solo en lo logístico (hay que trasladarse a lugares no controlados como un Centro de Arte y en algún caso cómo el castillete del Pozo San Fernando hay que vivaquear en pleno monte) sino también en los contenidos.
En último término, el sonido de los entornos natural, rural y urbano podría haberse grabado en cualquier parte de Asturias, con mina o sin mina. Lo diferencial es que, de la misma manera que la mina, física y social, se integraba/incrustaba en esos entornos, también lo hicieron sus sonidos. De forma que, siendo cada obra independiente aunque parte del todo, en la exposición habrán de solaparse los sonidos de esos entornos y el común denominador de todos ellos, el de la mina. Esto plantea nuevos retos, pero también una perspectiva ampliada sobre la relación de lo sonoro y lo ambiental.
Los cuatro artistas que intervendrán en La Mina y su sonido, son:
Edu Comelles: Pozo Sotón, El Entrego
Oscar de Ávila: Pozu Espinos, Turón
Mind Revolution: Pozo Candín, La Felguera
Daniel Romero: Pozo San Fernando, Orillés
Cómo el pasado año, Juanjo Palacios realiza una multiplicidad de tareas que van desde la concepción general del proyecto hasta detalles documentales del mayor interés. Su presencia no solo inspira, sino que empuja.
