Recuperando el sonido

Una reflexión sobre el sonido, el ruido y la contemporaneidad en el contexto del programa de actividades FICXLAB.

Published: 23/11/2015
Recuperando el sonido

'Elisabet, Lena, Tobias, Kerstin, Besa, Rikard, Anki', 2013. Alex Reynolds

Por Marta Lorenzo Jáudenes (@MartaLorenzoJ) My Art Diary

"Un momento, aún no han oído nada".

Esta es la primera frase hablada de la historia del cine, pronunciada en la película "El cantante del jazz" (1927). Corrían los años 20 y desde entonces, los avances tecnológicos han cambiado, y siguen haciéndolo, la forma en la que transmitimos historias dentro y fuera de la gran pantalla. Sin embargo, hay algo que no muta, y que siempre seguirá plenamente vigente, el sonido. El sonido en su capacidad para expresar todo tipo de sentimientos pero, sobre todo, para generar ficción.

En nuestra sociedad donde se privilegia la imagen y la vista, frente a cualquier otro sentido, da la sensación de que nos perdemos algo, por así decirlo, de la vida. Vivimos tan sumamente expuestos a una saturación de imágenes en nuestros propias redes sociales y en medios tradicionales como la televisión, que muchas veces oímos sin más, pero no escuchamos. Tengo la sensación de que sentimos el sonido más como un ruido ensordecedor del día a día, por ejemplo, con los constantes pitidos que emite nuestro smartphone. Precisamente estos pitidos tan molestos que se producen desde que nos levantamos (¿Quién no utiliza el móvil como despertador?) hasta que nos acostamos, pero entremezclados con otros de los sonidos más contemporáneos y tristemente muy vigentes, el sonido de las metralletas y los tanques en las guerra en Oriente Próximo, fueron el centro de la performance sonora del artista Kassem Mosse el pasado 10 de noviembre en el Museo Reina Sofía. Una intervención que servía como cierre a la conferencia de la artista Hito Steyerl, que ahora expone en el Museo, y que es, sin duda, una de las creadoras más críticas y provocadoras de la contemporaneidad.

Y retomando esos molestos sonidillos de los que hablábamos, hace poco leía en la prensa que hasta se han creado sonidos inaudibles para el ser humano, con ondas de ultrasonido, que son emitidos en anuncios de televisión, y también anuncios online, y que detectados por nuestros dispositivos (tele, tablet, móvil), dan datos a empresas privadas sobre nuestra conducta con respecto a ese anuncio, cuanto tiempo lo vemos, si compramos o no... ¿Una locura verdad?

Pues bien, ante tanto control encubierto, yo prefiero pensar en todo lo que hace del sonido algo bello para conservar y del que aprender. Un sonido del que disfrutamos, sobre todo, en el cine pero, también sabiendo ver más allá de los sonidos cotidianos, como explica en este vídeo de los TED  la cantaautora Meklit Hadero:

Y para aprender con el sonido, Laboral Centro de Arte y Creación Industrial ha sacado el taller "Un tira y afloja entre el ojo y el oído", que se celebra hoy y mañana. Se trata de una actividad incluida en el programa de actividades de FICXLAB, una sección del Festival Internacional de Cine de Gijón organizada por el Centro. Su finalidad es dar visibilidad a las últimas prácticas artísticas relacionadas con la imagen en movimiento. Van ya por su tercera edición, ayudando al espectador a producir su criterio crítico ante la cantidad de imágenes que nos abordan diariamente a la par que generar conocimiento en el campo del vídeo-arte y el cine experimental.

En concreto, en este taller los asistentes podrá descubrir el poder del sonido para generar relatos e influir en la percepción de la realidad. Para ello, se realizarán ejercicios prácticos sobre la escucha, con ejemplos de la historia del cine, el arte y la literatura. Todo el trabajo terminará, además, con la realización de un pieza sonora site-specific. Impartido por la artista Alex Reynolds, conocida por sus proyectos pensados para un único expectador y que ha desarrollado talleres en otros centros como el Centro de Arte Dos de Mayo de Móstoles, he tenido la oportunidad de charlar con ella sobre la importancia del sonido en su obra, sus referentes y sus expectativas para este taller. Aquí podéis leer nuestra conversación:

En tu trabajo la interacción con el público, o mejor dicho con personas individuales, es esencial no sólo para la narración sino como propio motor de la misma. ¿Podrías explicarnos por qué te interesa esta relación tan personal? ¿Cómo utilizas el sonido para crear esta conexión en primera persona?

Mis trabajos involucran al espectador físicamente, pero por otro lado jamás lo interpelan de manera directa, está dentro y fuera al mismo tiempo, no es un espacio cómodo. Me interesa que el espectador considere su propia experiencia de la pieza como un elemento más de la obra.

¿De qué referentes del cine, el arte o la literatura te servirás en el taller para analizar el sonido como elemento en sí mismo?

Italo Calvino, Dora García, John Smith, Tati, Audiard, Lucrecia Martel, Charlie Chaplin, Walter Murch, Michel Chion...

Vivimos rodeados de contaminación acústica, asumiendo el ruido como parte de nuestras vidas. ¿No consideras que esta percepción tan peyorativa del sonido hace que no seamos conscientes de lo fundamental que es éste en nuestras vidas?

Si no queremos ver una imagen miramos a otro lado o cerramos los ojos, pero como no tenemos párpados en los oídos percibimos el sonido como algo mucho más invasivo. Quizá la única manera de dejar de oír el ruido sea escuchar atentamente.

¿A quién va dirigido este taller? ¿Con qué herramientas esperar dotar a los participantes a la finalización del mismo?

A todo aquel que esté interesado en el cine, el sonido, lo site-specific y la ficción. Con suerte los participantes serán más conscientes de los sonidos que los rodean, adquirirán un vocabulario para hablar y trabajar con él, y lo utilizarán para dirigir la mirada y el cuerpo.

¿En qué nuevos proyectos donde trabajes con el sonido te encuentras inmersa?

Pienso mucho en cómo la repetición de un sonido, un ritmo, puede conectar a dos cuerpos físicamente sin que éstos se lleguen a tocar… En estos momentos estoy desarrollando un largometraje en el que el ritmo y el sonido son un vehículo narrativo tan importante, o más, que la palabra.

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