¿Qué es un Fab Lab? ¿Qué es lo que pasa ahí dentro?

¿Dónde surge el concepto de Fab Lab?, ¿qué es lo que ocurre dentro de un Fab Lab?, ¿qué líneas de investigación y objetivos persiguen?, ¿qué tipo de proyectos podemos realizar dentro de un Fab Lab?

Published: 06/05/2013
¿Qué es un Fab Lab? ¿Qué es lo que pasa ahí dentro?

fabLAB Asturias se ha convertido en una herramienta educativa abierta a todos los públicos. Foto: Archivo LABoral

Por Román Torre (@RTorre), http://welovecode.net http://www.romantorre.com

Han pasado apenas unos diez años desde que en uno de los centros de investigación tecnológica más importantes del mundo, el Massachussets Institute of Technology (M.I.T.) y a través  de diversos grupos de investigadores dentro de su Media Lab, padre del concepto del que hoy hablamos y de muchas otras innovadoras ideas y proyectos realmente transformadores, naciera la idea que aglutina el concepto de “Fab Lab”.

Abordando el concepto de una manera muy directa y sin atender a otros aspectos de su progresión histórica y que cualquiera puede encontrar y leer más detenidamente en internet, según mi propia visión, un Fab Lab viene a ser un espacio equipado con todo tipo de máquinas para prototipar y construir “casi todo”. Un recinto donde el ciudadano, con las herramientas adecuadas y a tras comprender los procesos de fabricación desde su base, comparte sus conocimientos con otros usuarios y toma el camino consciente hacia su propia autonomía para la producción digital de ideas basadas en prototipos y objetos físicos de todo tipo.

El interés creciente por la autonomía social y el desarrollo humano a través de los medios tecnológicos, junto con todo el empoderamiento que puede llegar a representar el concepto Fab Lab, ha dado lugar  a que no hayan tardado mucho en extenderse por algunos de los centros privados o públicos orientados a la experimentación social y tecnológica de medio mundo: desde Barcelona a Ghana, desde Afganistán a Tokio. Aunque en ocasiones con maquinarias y prioridades no tan sofisticados como en los laboratorios americanos o europeos. LABoral Centro de Arte y Creación Industrial y su fabLAB Asturias se encuentran adscritos a esta red mundial auspiciada desde el propio M.I.T. No hay más que consultar este mapa para darse cuenta del alcance. Seguramente no se encuentran todos los que son en este mismo momento porque el mapa no está actualizado, pero ya resulta una red impresionante.

FabLabAsturias

Imagen de archivo del fabLAB Asturias

“Diseño paramétrico”, “fabricación digital”, “Internet de las cosas”, “fabricación aditiva” son sólo algunos de los conceptos que una vez dentro de estos talleres podemos escuchar asiduamente. Algunos surgen directamente de las posibilidades técnicas y específicas de sus maquinarias, pero otros se convierten en el germen de nuevas vías de investigación tecnológicas asumidas ya por muchas grandes empresas e inversores en todo tipo de campos y mercados. Por poner un par de ejemplos, en las líneas de trabajo habituales de un Fab Lab nos podemos encontrar con grupos de usuarios interesados en la implementación de herramientas electrónicas (software y hardware) para la recogida de grandes cantidades de datos ambientales de la ciudad. Es el caso del Smart-Citizen Kit, en el Fab Lab Barcelona, donde a través de sensores de todo tipo protipados con microprocesadores de código abierto (concretamente basados en los que ofrece la plataforma Arduino), buscan visualizar y compartir de una manera sencilla el análisis complejo y diverso de todas las grandes masas de datos ambientales susceptibles de ser generados por la propia ciudad, creando de una manera distribuida lo que ellos llaman: “Una red de sensores ciudadanos”.

Vídeo explicativo del proyecto Smart Citizen Kit

Como segundo ejemplo de línea de trabajo y una de las más habituales en los Fab Labs relacionados con las facultades de arquitectura y diseño, nos podemos encontrar con  grupos como el creado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Sevilla, muy interesado en el diseño, la creación y la mejora de objetos de uso cotidiano con materiales diversos: madera, metal, cartón, etc, todo ello realizado en las más sofisticadas máquinas tipo C.N.C., corte láser en dos dimensiones o extrusión de plástico en tres dimensiones. Máquinas y dispositivos que al haber rebajado su coste y su facilidad de uso exponencialmente, han dado lugar a técnicas y usos impensables hace años, mucho más asequibles y rápidas a la hora de poner en práctica ideas creativas de todo tipo (tarea antes inconcebible para un usuario no vinculado con la industria o los diferentes oficios profesionales encargados de fabricar o diseñar objetos de manera tradicional).

 

Cartel presentación del FabLab Sevilla en Lima ( Perú )

Cartel presentación del Fab Lab Sevilla en Lima (Perú)

Es difícil contabilizar además, los muchos usuarios que a través de encuentros, talleres, desarrollo de prototipos, planos y material compartido en internet e impulsados por los propios Fab Labs y centros asociados, trascienden la idea de un espacio común de aprendizaje y trasladan e instalan directamente sus propios “mini-fabs”, o partes de estos, en su propia casa, en ocasiones hasta en su propio escritorio, formando comunidades virtuales muy potentes y activas que desarrollan todo tipo de documentación y planos, etc asequibles a todos aquellos interesados en sus líneas de trabajo propuestas.
Un ejemplo sobre el que próximamente tendremos noticias en el blog de LABoral, es el proyecto RepRap, donde son los propios usuarios los que mientras desarrollan sus prototipos o piezas de uso común en tres dimensiones con material plástico extruido, se encargan de autorreplicar sus propias máquinas y distribuir nuevos kits a otros usuarios.

Vídeo presentación del MakerShow Zaragoza.

Basta con dar un repaso a sus posibilidades técnicas y a todas la actividades que suceden en el Fab Lab desde su inauguración: cursos sobre el uso de sus herramientas, residencias de artistas internacionales que usan sus máquinas para generar prototipos, colaboraciones con instituciones y escuelas que trabajan en el acercamiento de los alumnos a la programación creativa para combatir el abandono escolar, etc... para darse cuenta del potencial de este tipo de espacios como fuente de experimentación y producción de híbridos innovadores que tanta falta hace en regiones de tamaño pequeño como es Asturias, con un pasado tan relacionado con la industria y la fabricación tradicional.

A mi entender, nuestra región cuenta con un gran número de personas potencialmente inquietas y creativas que en ocasiones no disponen de herramientas, equipamientos y oportunidades para el conocimiento abierto dentro de su propio entorno. Creo que el fabLAB Asturias es una gran oportunidad y un camino que no deberíamos dejar pasar de largo en términos humanos y económicos.


Bonus track: no dejéis de echarle un vistazo a la conferencia en TED del propio Neil Gershenfeld, director del  MIT’s Center for Bits and Atoms, grupo impulsor de la idea.