Fernando Comerón: "Hay grandes obras de tecnología que tienen también un enorme valor artístico"

Fernando Comerón, representante del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile reflexiona sobre su trabajo y las conexiones entre arte y ciencia

Published: 30/03/2015
Fernando Comerón: "Hay grandes obras de tecnología que tienen también un enorme valor artístico"

El jurado que falló la primera convocatoria de la Red Europea de Arte Digital y Ciencia. Foto: Martin Hieslmair

Por Nuria García (@veoarte) Veo Arte en todas pArtes

Tal y como Marta Lorenzo Jáudenes comentaba recientemente este año LABoral se ha incorporado al proyecto Red Europea de Arte Digital y Ciencia. Uno de los potenciales más interesante de dicha iniciativa es el poner en relación ocho instituciones de diferente carácter combinando así expertos del ámbito científico y cultural.

Si la pasada semana pudimos conocer de cerca a María Edwards, en esta ocasión hemos tenido la oportunidad de hablar con Fernando Comerón, representante del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile y miembro del jurado que eligió a dicha artista. A través de una serie de preguntas nos hemos interesado, fundamentalmente, en conocer la labor del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile, la importancia de la divulgación científica y las relaciones entre astronomía y arte.

Nuria García: ¿Qué significa en tu carrera asumir la responsabilidad de ser representante del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile?
Fernando Comerón: Teniendo en cuenta la importancia de ESO en la investigación astronómica europea, e incluso mundial, y la manera en que su labor se sustenta en gran medida en nuestras instalaciones y actividades en Chile, se trata de una responsabilidad considerable. Para mí, como astrónomo, representa una ocasión para contribuir a transmitir a la sociedad chilena lo que nuestra organización intenta conseguir y lo que ya ha conseguido en colaboración con Chile, y estimular aún más el interés ya notable que existe en Chile hacia la astronomía en parte debido a sus excepcionales condiciones naturales. Por otra parte, ESO es principalmente una plasmación de la colaboración científica y tecnológica en Europa y sus observatorios son una muestra muy visible de lo que se puede conseguir trabajando juntos, y es gratificante en mi función como representante el transmitir este mensaje a diferentes países e instituciones europeas en sus interacciones con Chile.

NG: ¿Qué diferencias existen entre España y Chile en este campo?
FC: En el momento actual España cuenta con estructuras de investigación más consolidadas, que en algunos aspectos sirven de ejemplo para la planificación estratégica del desarrollo de la astronomía en Chile. Por el hecho de tener una población mayor, España cuenta con un número de investigadores en astronomía que aproximadamente cuadruplica el de Chile. Por otra parte, la situación geográfica de Chile supone un desafío para sus colaboraciones internacionales, pese a las enormes facilidades que ofrece Internet. Relacionado con esto, la integración de España en Europa y su colaboración en iniciativas de investigación de ámbito continental supone también una ventaja para nuestro país. Pero hay que destacar también analogías interesantes entre Chile y España en el campo de la astronomía, tales como la de ser países en los que existen regiones con unas condiciones privilegiadas para la observación astronómica que han atraído el establecimiento de observatorios de primera línea mundial. Tanto para España como para Chile, este tesoro natural ha estimulado el aprovechamiento de las oportunidades abiertas al desarrollo científico mediante la colaboración internacional.

 

F Comeron Telescopio
Fernando Comerón frente a una de las unidades del telescopio VLT en Chile

NG: ¿Qué hito más importante se ha conseguido en estos 50 años de presencia de ESO en Chile?
FC:
Puede decirse con gran satisfacción que en estos 50 años se han cumplido los grandes objetivos para los que se fundó ESO. Si hay que destacar un hito, estos 50 años han servido para que Europa ganase el liderazgo mundial en astronomía observacional desde la superficie de la Tierra del que disfruta hoy en día gracias a instalaciones como el telescopio VLT en el observatorio de Cerro Paranal. Esto ha sido posible gracias al esfuerzo coordinado de los estados miembro de ESO en Europa, pero también gracias a la colaboración continuada con Chile, que ha sido un socio fiable proporcionando gran cantidad de facilidades para nuestras operaciones en ese país, una política de estado que garantiza el mantenimiento de las condiciones privilegiadas de Chile como plataforma para la observación astronómica, y una comunidad astronómica que actualmente compite a un alto nivel internacional y con la que es un placer colaborar.

NG: ¿Qué percepción se tiene de este campo los perfiles no especializados? ¿Cómo crees de importante la divulgación científica en este campo?
FC: Creo que la astronomía goza de una muy buena percepción entre el público, que demuestra gran interés en estos temas reflejado en una presencia mediática que sin duda ha crecido en los últimos años. El muy reciente ejemplo del eclipse de Sol visible en España lo demuestra: los periódicos lo han destacado generosamente y millones de personas han dedicado un tiempo a intentar seguirlo, cuando recuerdo perfectamente que hace dos o tres décadas un eclipse de Sol era un fenómeno apenas destacado por los medios que pasaba desapercibido para una gran mayoría del público.

En mi opinión hay varias razones que favorecen esta buena percepción general de la astronomía. Los temas de los que trata evocan a menudo la imaginación (pensemos en planetas extrasolares, agujeros negros, supernovas...), se trata de una ciencia casi por completo ajena a debates éticos complejos en la que los avances no se perciben por algunos sectores como amenazas a la humanidad, y es posible interesarse en ella desde puntos de vista muy diferentes y complementarios: el científico, el tecnológico, el histórico, el de la contemplación de la naturaleza, incluso el filosófico y humanístico, y por supuesto también el artístico. Existen pocas ciencias en que el número de practicantes aficionados supere tan ampliamente el de profesionales, lo que da testimonio de su enorme poder de atracción para la sociedad.

Cosmic Fireball Falling Over ALMA
La imagen muestra un meteorito cayendo sobre ALMA en el desierto de Atacama

NG: ¿Cuales son las principales aportaciones del Observatorio Europeo Austral (ESO) a la Red Europea de Arte Digital y Ciencia?
FC:
El papel de ESO en esta Red es el de facilitar residencias de artistas en sus instalaciones, para que puedan sumergirse en el ambiente y ver de cerca los elementos y las rutinas que constituyen la vida en los observatorios. Los observatorios de ESO son centros de alta tecnología en lugares remotos, con paisajes espectaculares y cielos nocturnos extremadamente oscuros, creando un contraste entre estos elementos que los artistas pueden usar como parte de su obra. El trabajo del observatorio y de los astrónomos que llevan a cabo sus observaciones durante la noche es un aspecto que el artista puede contemplar desde su propia perspectiva, insertándolo en el contexto mucho más amplio de las cuestiones científicas que intentan abordarse con los telescopios. La principal aportación de ESO es por tanto el acceso y la inmersión en estos lugares singulares, así como la posibilidad de interactuar con algunas de las personas que trabajan en ellos.

NG: Según su opinión, ¿dónde radica el principal interés entre los vínculos entre arte y tecnología, y más concretamente con su campo?
FC: Arte y tecnología suelen verse como campos separados y en ocasiones opuestos, pero vemos frecuentemente que hay grandes obras de tecnología que tienen también un enorme valor artístico. Se pueden encontrar infinidad de ejemplos en el mundo actual, pero esto ha sido así en cualquier época; pensemos en una catedral barroca o en la Acrópolis griega, por ejemplo. Creo que un aspecto muy importante de este vínculo, la contribución del arte a estas obras, es el aportarles una apariencia que conecte íntimamente con el espíritu humano, algo que el arte está en la mejores condiciones de hacer. Y este vínculo también enlaza al espectador con la finalidad para la que esa tecnología se ha construido, dotándola de un significado o cuando menos resaltando las preguntas científicas que la tecnología permite abordar. Ciñéndome a la astronomía, y más concretamente a lo que la colaboración de ESO con la Red Europea de Arte Digital y Ciencia, me refería antes al poder de atracción de la astronomía para un público con intereses muy diversos, y creo que esta diversidad genera de forma natural estos vínculos, ya que los artistas son parte de esta gran comunidad interesada e inspirada por la astronomía.

NG: ¿Piensa que proyectos como Red Europea de Arte Digital y Ciencia, profundamente transversales, ayudan a acercar las diversas disciplinas al público? o por el contrario, ¿no deben ser ajenos a una labor de divulgación específica?
FC: Personalmente veo estos proyectos como una herramienta para estimular interés entre el público de la manera que el arte suele hacerlo, intentando inducir una respuesta emocional en el espectador hacia el objeto presentado, en este caso vinculado con la astronomía. Es en ese sentido en el que puede afirmarse que decididamente estos proyectos acercan algún aspecto de la astronomía, o de la tecnología de la que se sirve, al público. Por otra parte, este acercamiento se consigue mediante la interpelación al espectador, y no tiene como objetivo principal la explicación de conceptos científicos, que es lo que yo asociaría con la labor de divulgación. Independientemente de que estos conceptos sean o no conocidos en detalle por el artista en la elaboración de su obra, considero que este tipo de proyectos tienen una labor de mediación respecto a la divulgación, incentivando el interés del espectador hacia los aspectos científicos, más que tener a la divulgación como finalidad específica.

NG: ¿Cuál es el objetivo a alcanzar de la Red Europea de Arte Digital y Ciencia que a usted más le interesa?
FC: Esta Red proporciona un marco singular para que se produzca un diálogo entre ciencia, arte y tecnología, y unos medios avanzados para transformar algunas consecuencias de este diálogo en una creación artística. Habiendo tenido recientemente la oportunidad de participar en la selección de proyectos convocados por la Red he tenido la enriquecedora ocasión de ver de cerca el potencial que este diálogo ofrece, y espero con interés ver algunos resultados de su transformación en una obra artística a medida que el proyecto seleccionado avance. Creo por tanto que el potenciar el diálogo proporcionándole herramientas excepcionales que le sirvan de apoyo es un objetivo importante de la Red.