Entrevista a David Martínez Suárez, autor de 'Inercia'
El ganador de la sexta edición del premio LABjoven_Experimenta nos cuenta sobre qué trata su proyecto
John-117, personaje del videojuego Halo, rearticulado. Foto: Cortesía del artista
Por Semíramis González (@semiramis_glez), Semíramis en Babilonia.
Hasta el próximo mes de octubre no podremos disfrutar en LABoral de la pieza de David Martínez Suárez, ganadora del premio LABjoven_Experimenta, Inercia, pero hemos querido adelantarnos un poco para conocer, durante el proceso de producción de la misma, de qué trata este proyecto.
El Premio LABjoven_Experimenta, que se entrega este año en su sexta edición, se convoca de forma conjunta entre LABoral y el Instituto Asturiano de la Juventud para premiar proyectos artísticos experimentales concebidos específicamente para su instalación en LABoral Centro de Arte.
Inercia es un proyecto con dos elementos de partida. Por un lado la película Streets of Fire 1984 de Walter Hill y por otro la saga de videojuegos Halo (2001-presente). En esta pieza, el artista pone en relación estos dos elementos interesándose por el juego entre realidad y ficción que se entabla tanto en la película como en el videojuego, como espacios irreales pero que parecen de alguna ciudad conocida.
A partir del 11 de octubre podremos disfrutar de esta obra en LABoral.
S: Inercia es el proyecto ganador del Premio LABjoven 2012, ¿de qué trata la instalación con un nombre tan concreto?
D: El título lo saco de una cita de Baudrillard. Me parece que se adaptaba bien a lo que quería en el proyecto, una palabra con una idea muy física de movimiento y resistencia, pero que en principio no da más información sobre lo que puede ser el trabajo.
S: A la hora de mostrarlo se trata de una instalación en torno a tres elementos, ¿qué supone cada uno de ellos para comprender el significado conjunto?
D: Bueno, realmente son dos elementos de trabajo, la película Streets of Fire de Walter Hill y la saga de vídeojuegos Halo. El tercer elemento sería la articulación entre ellos, respondería a la adaptación del trabajo a la realidad, partiendo de lo proyectado, a lo que ocurre al formalizarlo.
Fotograma del vídeo que formará parte de la instalación. Foto: Cortesía del artista
S: La línea que sigues a lo largo de tu carrera tiene especial atención en las instalaciones, ¿por qué este soporte?
D: Puede ser, no me doy cuenta la verdad. Me interesa la instalación pero como articulación del funcionamiento del objeto en el espacio y las relaciones corporales que se establecen. No me interesa desde la puesta en escena de tipo teatral donde lo que ocurre está al servicio de una representación. Tampoco me interesa desde una falsa participación, recuerdo visitar una instalación donde el personal de sala te indicaba que era una obra participativa, tenías que desplazar unos proyectores y no sé qué más. Lo que se ofrecía como una participación con el espectador me resultaba una imposición obligatoria, no participativa. Uno debe ver cómo se quiere relacionar con las cosas, no entiendo las obras de arte con manual de instrucciones.
Fotograma del vídeo que formará parte de la instalación. Foto: Cortesía del artista
S: La exposición se mostrará en octubre, ¿qué esperas del público que acuda a ver tu pieza? ¿Hay una relación especial con quien se sitúe delante de tu obra?
D: Realmente no espero una respuesta, cada uno verá que tipo de relación o comunicación quiere tener con lo que planteo. Siempre es beneficioso un retorno y la verdad es que se da muy pocas veces no sé si por falta de interés, vergüenza o pudor en creer que no se entiende lo que hay y quedar como tonto. Lo que está claro es que en cualquier gesto artístico hay una voluntad comunicativa, una necesidad de encuentro a través de lo que se produce. El arte tiene su propio idioma a través de la historia, no es un mero documento limitado al relato histórico, las obras de arte de otros periodos (da igual el que sea) nos siguen hablando en la lengua de hoy en día.
S: ¿Cómo ves el panorama artístico actual en España?
D: Pues parece que existe todavía la tendencia de los dos grandes centros, Madrid y Barcelona. Pero parece que otros puntos como Bilbao, Valencia, o Gijón tienen también espacios y un tejido de artistas fuerte. La verdad es que hay trabajos muy interesantes, artistas con muchísimo nivel y me sorprende que en muchos casos la visibilidad que tiene su trabajo es muy poca.
