Aprendiendo a mirar las Cuencas

El próximo 27 de septiembre se inaugura Aprendiendo de las Cuencas, una exposición con sede en la Sala Sabadell Herrero de Oviedo y LABoral Centro de Arte y Creación Industrial que tiene como objetivo una recuperación sensible de las cuencas mineras asturianas

Published: 19/08/2013
Aprendiendo a mirar las Cuencas

Pozo Sotón. El Entrego. Foto: LABoral

Por Montaña Hurtado Muñoz, (@zapatosrosas), Zapatos Rosas

Nacho Ruiz Allén y Sara López Arraiza, arquitectos de zon-e, están acostumbrados a trabajar en su estudio con la mirada fija en el ordenador, pero hace dos años iniciaron una investigación que les llevó a recorrer las Cuencas Mineras durante tres meses. Anteriormente, en 2006, ya habían participado en diversos proyectos de investigación relacionados con la minería en España, bajo la tutela del Grupo de Investigación del Paisaje Cultural de la Universidad Politécnica de Madrid.  Su objetivo en esta ocasión era, según sus propias palabras, “localizar y catalogar todas aquellas arquitecturas que, a nuestro entender, reflejaran el conflicto entre paisajes que define este territorio. Nuestra intención inicial era superar los 500 ejemplos. Finalmente hemos catalogado 1.001, tanto de las Cuencas como de otros lugares de la región condicionados por la actividad siderúrgica derivada de la minería. Con ese número queremos dar a entender que aún hay muchos más. Llegado un momento da la sensación de que la identificación de todos ellos se convierte en una labor titánica, casi imposible. La impresión con que nos quedamos es que, de algún modo, todo elemento construido manifiesta, en mayor o menor medida, los violentos procesos que han transformado radicalmente este territorio desde hace poco más de siglo y medio”.

Pozo San Fernando. Orillés. 
Foto: Lucía Arias / LABoral

Su interés por las Cuencas Mineras se debe a que “conforman un territorio único dentro de la geografía española. A pesar de estar relativamente cerca de los grandes núcleos de población asturianos, las Cuencas mantienen un elevado grado de aislamiento cuyo resultado es un paisaje cargado de una elevada identidad propia. Esta doble condición de proximidad/lejanía unido a la imagen desestructurada y vulgar que ofrecen para la conciencia colectiva despertó nuestra curiosidad”.

Ninguno de ellos se ha criado en las Cuencas y por eso, quizás, su acercamiento a ellas estaba alejado de clichés y prejuicios, a pesar de la imagen denostada que existe tradicionalmente sobre ese lugar. Y es que los territorios de las cuencas mineras, caracterizados por una compleja orografía, fueron sometidos a una vertiginosa y radical transformación para adaptarse a las necesidades de la industria y la extracción del carbón de hulla y esto dio lugar a un paisaje cultural único en Europa, en el que coexisten lo natural, lo  industrial, lo rural y lo urbano sin ningún tipo de planificación. Pero a la liberalización del sector, producida en los años sesenta, hay que sumar el traslado de la actividad industrial a las zonas costeras de Asturias (principalmente Gijón y Avilés) en los años 70 y el comienzo del cierre de algunas minas desde los años ochenta que concluirá en el año 2018 con la clausura de todas las minas no rentables por un orden dictaminada por la Unión Europea en 2011.

¿Es Asturias consciente de la importancia de su patrimonio minero? Nacho y Sara responden sobre esto: “En Asturias existe una conciencia creciente del valor de su patrimonio minero. Una de las mayores satisfacciones que nos dio esta investigación fue comprobar cómo hay mucha gente que desde hace bastante tiempo se preocupa por mantener y proteger este patrimonio".

Para tratar de recuperar esta zona, declarada Paisaje Protegido por el Principado de Asturias, diversos organismos han puesto en marcha varios proyectos para la rehabilitación y recuperación de diferentes elementos industriales de las cuencas; se  han abierto museos como el de la Siderurgia o el Ecomuseo del Pozo de San Luis, pero Nacho y Sara echan en falta una “estrategia de conjunto” que dé sentido a estas intervenciones y ponen como ejemplo la cuenca del Rurh en Alemania, cuya recuperación ha sido posible gracias a un proyecto estratégico realizado con veinte años de antelación. Lo que estos dos arquitectos proponen con su investigación es aprender a mirar las cuencas como paisaje cultural y a partir de aquí empezar a trabajar para lograr su puesta en valor, insertando la memoria de los valles mineros en una red de intercambio de conocimientos y experiencias a nivel nacional y europeo promovidas desde organismos como The International Committee for the Conservation of the Industrial Heritage, la European Route of Industrial Heritage y la European Federation of Associations of Industrial and Technical Heritage, o INCUNA en España, con sede en Gijón. Todos ellos constituyen iniciativas destinadas a generar una red de intercambio de experiencias y conocimientos con presencia en internet, a través de la edición de publicaciones y la celebración de congresos.

Tren minero del Ecomuseo del Pozo de San Luis

Tren minero del Ecomuseo Minero del Pozo de San Luis
Foto: @daniel_hervas



Interior del Ecomuseo Minero del Pozo de San Luis
Foto: @daniel_hervas

Las investigaciones de Nacho Ruiz y Sara López se darán a conocer a partir del próximo 27 de septiembre en la exposición Aprendiendo de las Cuencas, con sede en Oviedo y Gijón, que ellos mismos se encargan de comisariar y que está coproducida por el banco SabadellHerrero y LABoral Centro de Arte y Creación Industrial. Aprendiendo de las Cuencas empieza como una exposición de arquitectura. En la Sala SabadellHerrero de Oviedo, y bajo el título de Artefactos de la memoria, podrán verse fotografías de diversos elementos arquitectónicos que Ruiz y López han seleccionado junto con descripciones y documentación. Pero a su mirada parcial de arquitectos se unen en la Galería de Exposiciones de LABoral otras miradas que permitirán conocer la complejidad de las Cuencas Mineras entendidas como paisaje cultural, interpretaciones artísticas y su memoria sonora gracias al proyecto La mina y su sonido, del que ya habló anteriormente Naiara Valdano en LABlog.

Nacho y Sara consideran que “la memoria sonora es una capa de información más del lugar” y destacan su importancia tanto dentro de la sociedad de la imagen en la que vivimos como en la interpretación que proponen para las Cuencas “puesto que la distinción de los paisajes natural, rural, industrial e urbano tiene una traslación directa al ámbito acústico. Igual que sucede desde un plano estrictamente visual, a nivel sonoro es posible percibir estos cuatro paisajes y comprobar cómo coexisten simultáneamente en gran parte del territorio. Hace poco escuchamos la narración que hacen del lugar los artistas tratando de explicar los distintos sonidos con que se encontraron y resultó fascinante. Hablando tan solo de efectos sonoros estaban sutilmente describiendo gran parte de los aspectos históricos, sociales y culturales que definen a las Cuencas”.

Grabación de La mina y su sonido en Pozo Espinu
Foto: Óscar de Ávila

La recuperación de las Cuencas Mineras es importante para Asturias, a pesar de que, según los comisarios de Aprendiendo de las cuencas, “todavía se mantiene en la sociedad una memoria latente de la dureza, el drama y el conflicto que ha acompañado en el último siglo a la actividad minera. Esto hace que aún exista cierta inclinación natural a cambiar de tercio y olvidar este pasado, sobre todo por parte de muchos de sus protagonistas. En consecuencia, hemos detectado cierta despreocupación colectiva por los restos de la actividad minera que, de algún modo, ha impregnado también a algunas instituciones importantes con gran responsabilidad en la tutela de su propio patrimonio. De lo que quizás todavía no es consciente la sociedad asturiana es de que Asturias es lo que es fundamentalmente por la minería. Los fuertes procesos de transformación que comenzaron a mediados del siglo XIX en las Cuencas son los principales responsables de las transformaciones sociales, económicas y demográficas que ha experimentado la región en el último siglo. De algún modo, todos somos hijos de la mina. Es muy difícil encontrar un asturiano sin un antepasado, aunque sea remoto, que no haya trabajado en la mina”.

El primer paso para la regeneración de un entorno es su recuperación sensible, conseguir un cambio en la manera de mirar ese determinado lugar. Eso es lo que pretende Aprendiendo de las Cuencas.

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