Universo vídeo. Reflexionando a través de la imagen

Análisis de la exposición Universo vídeo y varias de las piezas que se visionan

Published: 01/04/2013
 Universo vídeo. Reflexionando a través de la imagen

Anna Marziano, The mutability of all things and the possibility of changing some

Por Semíramis González (@semiramis_glez), Semíramis en Babilonia

El pasado 15 de marzo se inauguraba, junto a Realidad Elástica, el proyecto Universo vídeo_Prácticas experimentales, comisariado por Alfredo Aracil, en colaboración con Le Fresnoy Studio National des Arts Contemporains, con las piezas en vídeo de Clorinde Durand, Clément Cogitore, Tatiana Fuentes Sadowski, Vimukthi Jayasundara, Anna Marziano, João Pedro Rodrigues, Laura Huertas Millán y Mitsuaki Saito.

Partiendo de un desarrollo conceptual que se basa en la capacidad del vídeo para registrar la realidad, se busca crear con todas las proyecciones una reflexión en torno a nuestra forma de ver y cómo se ha visto modificada por distintas circunstanciales visuales.

La variedad de piezas supone que los temas tratados en ellas sean muy diferentes entre sí, aunque sí encontramos algunas cuestiones comunes: se reitera de nuevo la capacidad que tiene la imagen para ser registro del pasado y convertir, una y otra vez, lo nostálgico en presente, su facilidad para traer a la actualidad sucesos que ya ocurrieron, esa delgada línea que veía Barthes entre el recuerdo y lo que vivimos hoy.

Esto podemos comprenderlo mejor cuando vemos varias piezas, como la de Mitsuaki Saito, Yabuki-machi, un documental de 2012 donde presentan distintos habitantes que sufrieron la catástrofe de Fukushima; alejándose de una evidente muestra de lo sufrido durante el terremoto, se busca más la idea del regreso, el volver al lugar del dolor, del sufrimiento, para constatar que muchos ya se han ido y que otros se han quedado, intentando permanecer ajenos a lo ocurrido, como si hubiera sido un impasse en la vida, que necesita asumirse para continuar con la rutina diaria. ¿Ha cambiado algo? ¿Sigue todo igual? Y si ha cambiado realmente algo, ¿se puede ver esto a simple vista, o es un secreto a voces, un pensamiento compartido por todos pero que es necesario callar?

Lo mismo que Adorno hablaba de la imposibilidad para escribir poesía después de Auschwitz, aquí se busca presentar una realidad diferente, donde la huella de la catástrofe es imborrable, pero a la que hay que sobreponerse para poder seguir adelante.

Esta misma idea de superar el terror y el miedo se muestra en la pieza de Anna Marziano, que en The mutability of all things and the possibility of changing some, también de 2012, recoge la tragedia del terremoto que asoló Italia en L’Aquila en 2009, donde fallecieron más de 300 personas.
Se reitera la necesidad de mostrar cómo la historia se sobrepone a sí misma, cómo la vida continúa su paso más allá del dolor.

Marziano lo hace a través de largos planos fijos que se suceden en distintos espacios: un exterior nevado, una cocina de leña donde se caldea el fuego… Jugando con la temporalidad de los propios planos se refuerza esa sensación de calma, de inestable paz que, sin embargo, alberga en su sentido conceptual el dolor por la muerte, pero del que parecemos no percatarnos hasta que no ahondamos más en profundo en el significado de la pieza.

Una de las que más me gustó al visitar la exposición fue la de Laura Huertas Millán, Voyage en la terre autrement dite, de 2011, donde un narrador nos va contando en primera persona, a través de una especie de voz en off, la experiencia de llegar al “Nuevo Mundo”, de encontrar un nuevo espacio geográfico para el que no se estaba preparado. Las imágenes, rodadas en el Jardín Tropical de Lille, muestran, sin embargo, y de forma muy sutil, dos ideas diferentes: la sensación de aquel que llega a otro sitio y lo ocupa, se convierte en opresor y conquista un lugar que no es suyo, bajo la mentalidad moderna europea de dominación al débil. Por otro lado, se hace un paralelismo con la modernidad hoy, donde lo exótico (si es que realmente puede haber algo exótico) puede encontrarse en cualquier lugar, incluso en los jardines botánicos. La desubicación visual contrasta con la concreción descriptiva del narrador, que parece estar hablando del mismo sitio que vemos. Sin embargo, ya no es necesario viajar lejos para entrar en una selva, ni para ver de cerca especies vegetales propias de América. Esta especie de pastiche cultural y social donde disfrutamos simulando estar en otro sitio, que además tiene cierto sentido romántico de exótico o de ruina, es una herencia postmoderna en el sentido menos optimista del término. No podemos evitar pensar en esos parques de atracciones que son capaces de llevarte desde la Polinesia a la Antigüedad Clásica o al Egipto en su mayor esplendor.

Quizá lo que mejor defina a casi todas las piezas presentes en Universo Vídeo es el concepto de tiempo detenido, ya sea el tiempo mental, como en las piezas anteriores, donde lo que parecía quedar en stand by, o a través del tiempo detenido en la cámara. Podemos ver un ejemplo de esto en la pieza de Clorinde Durand, Naufrage, de 2008, donde juega a mostrar en cámara lenta muchas de las escenas que en el cine clásico eran las más repetidas: caídas, persecuciones, derrumbes, peleas, explosiones…evidenciando lo anormal de ralentizar estos momentos, intentando resaltar el sentido dramático de la acción. Un suspense propiamente interrumpido, que parece no terminar. Así, en esta pieza cualquier escena es excusa para ralentizar el tiempo y mostrarnos los gestos de los protagonistas casi al segundo, como si estuvieran casi bailando en una coreografía dramática y visual.


Además de estas piezas, se pueden disfrutar durante la visita a la exposición las de Tatiana Fuentes Sadowski, Vimukthi Jayasundara, Clément Cogitore y João Pedro Rodrigues. Este proyecto se inauguró a la vez que Realidad Elástica, también en colaboración con Le Fresnoy Studio National des Arts Contemporains, centrándose en la parte más de vídeo-arte, frente a las instalaciones de Realidad Elástica. Sin duda este trabajo conjunto con el centro francés está suponiendo una alta calidad de exposiciones en LABoral, que es capaz de presentar dos proyectos paralelos pero con diferentes sentidos conceptuales, sin por ello dejar de estar unidos. Dos propuestas distintas con la posibilidad de disfrutar en conjunto.