Diseño espacial: LABciberespacios
Realizado por: Pedro Quero-Motto/Key Portilla-Kawamura/Ali Ganjavian Afshar
Foto: Enrique Cárdenas
Espacio virtual/Espacio Ancilar
El proyecto expositivo de la muestra LABciberespacios surge como el producto de un intenso diálogo entre el equipo comisarial y los arquitectos encargados de su diseño.
Teniendo en cuenta la simultaneidad de exposiciones en el Centro, la heterogeneidad de las diez obras seleccionadas y de las múltiples experiencias que estas generarán al visitante, hemos tomado conscientemente una actitud servicial y de poca estridencia en lo que respecta al proyecto expositivo.
Bajo el entendimiento, como reza el título, de que la integridad de la exposición pretende generar espacios virtuales, microcosmos programados e interactivos; el espacio físico se vuelve ancilar, un mero soporte invisible.
Más que manipular el espacio a priori para que las piezas se acomoden al mismo, nuestro objetivo ha sido el de establecer un orden unificador escondido, casi imperceptible, centrado principalmente en tres aspectos: la definición territorial de la muestra dentro del contexto de LABoral(límites), la distribución coherente de las obras (orden) y el diseño de unos módulos multimedia acompañando a cada pieza (información).
Una excursión desde la interacción a la contemplación
Las distintas modalidades de arte multimedia y telemedia comparten por lo general la canalización digital de datos mediante un dispositivo informático (software+hardware) que genera un output físico o virtual perceptible.
Sin embargo existe una gran diversidad en cuanto a los inputs o impulsos motores del proceso de datos, bien en circuito cerrado y controlado o en circuito abierto-recíproco e impredecible.
Entendemos la visita a la exposición como una posibilidad para hacer partícipe al visitante de una excursión didáctica desde el arte interactivo al arte contemplativo, a través de diez obras basadas en las nuevas tecnologías.
Utilizando esta clasificación amplia de las obras, comisarios y arquitectos decidimos situar las piezas de carácter más interactivo, aquellas que reaccionan a inputs externos variables (conexiones de Internet, movimientos físicos…) así como la pieza más grande de la exposición (The Sheep Market), en la sala inicial.
De esta manera el primer impacto perceptivo sobre el visitante se convierte en un zoco de movimiento, sonido, arabescos mutantes...
Por otro lado, las obras con menor grado de reciprocidad (circuitos semánticos cerrados) y que transmiten un mensaje más conciso y definido así como la pieza interactiva con requerimientos lumínicos más específicos (Deconstructed Music) ocupan estancias autónomas y también el espacio intersticial entre las mismas.
Rebelión en la granja
Después de mucho meditar Snowball declaró que los siete mandamientos podían reducirse a una sola máxima expresada así: "¡Cuatro patas sí, dos pies no!". Esto, dijo, contenía el principio esencial del Animalismo.
Rebelión en la Granja (fragmento), George Orwell
Una red de objetos con patas familiables (y familiados entre sí) se encuentra dispersa por las distintas salas de la muestra. Estos plintos móviles, cotidianos y a la vez extraños, varían, como pequeños animales de una misma especie pero de distintas estirpes, en su composición, extensión, altura… dependiendo de a qué obra acompañan.
Por lo general albergan discretamente en su interior los dispositivos informáticos y sistemas de reproducción e integran los interfaces sensoriales de los mismos (ratón, pantalla).
Estos cuerpos, inspirados por el mundo animal y por el mundo de los objetos cotidianos urbanos, actúan como los vórtices físicos y visibles de una vasta red de datos virtuales y fluctuantes, caldo genético inapreciable de la exposición LABciberespacios.
