Mind Revolution sobre el Pozo Candín
Relato de Eugenia Tejón y Ángel González (Mind Revolution) sobre su grabación en Candín.
Imagen: Mind Revolution
Tras la observación del entorno que rodea al Pozo Candín y durante la grabación del material previo a la composición, diferenciamos tres planos sonoros en función de los paisajes que conviven y de los tiempos o márgenes horarios que determinan la actividad industrial que todavía queda en la mina, teniendo en cuenta que ésta sólo es parcial y está condicionada por el proceso de cierre en el que se encuentra.
El sonido de la naturaleza y el mundo rural destacan especialmente durante los fines de semana, cuando no hay ningún tipo de trabajo en la mina. Escuchamos sonidos de pájaros, el canto del gallo, ovejas y sobre todo perros que proceden de las viviendas unifamiliares contiguas al pozo.
Un segundo plano viene definido por el paisaje urbano derivado del proceso de industrialización de la zona presente en las viviendas sociales muy próximas a la boca de mina y en la vida del barrio de Vega donde se encuentra el Candín. Aquí los sonidos proceden de determinados momentos de la vida social de la gente del lugar, como el juego de los niños o las conversaciones entre vecinos.
En tercer lugar, tenemos el paisaje sonoro industrial que caracteriza a la propia mina junto con el de una empresa de ingenieria y montajes cercana que proporcionan una gran riqueza tímbrica a partir de los motores, compresores y diferentes trabajos de taller. A muy poca distancia pasa el tren que de forma periódica se incorpora al ambiente general.
Finalmente, debemos destacar la gran variedad de registros que proporciona el agua como elemento dominante del lugar y que llamó nuestra atención desde la primera visita. El agua juega un papel esencial dentro de la actividad actual de la mina, por lo que puede encontrarse en forma de estanque, catarata, sumidero, chorro a presión, pequeños riachuelos, goteo o subterránea bajo las diversas trampillas en el suelo. A esto hay que añadir la circunstancia especial de los muchos días lluviosos que hubo durante el mes de mayo, cuando comenzamos nuestro proceso de grabación. Así pudimos recoger el llamativo sonido de la lluvia sobre el tejadillo de uralita de las tolvas o el del agua que se filtra por ellas.
En algunos momentos el espacio sonoro se transforma de tal manera que más nos parece estar al lado de un río o una fuente que en un entorno industrial.
Para la realización del proyecto estamos usando el siguiente material:
- Micrófonos: Rode NT-4 y NTG-2, Sennheiser ME-66, Binaurales Soundman OKM II, micrófonos de contacto e hidrófonos de Jezz Riley.
- Grabadora: Zoom H4n.
- Auriculares: Sennheiser HD 25 CII.
- Blimp y cortavientos de Rode y suspensiones Rykote.
- Logic 9 en un iMac o MacBook Pro con plug-ins de Waves.
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